La Habana.- Uno de los propósitos principales de este ejercicio -que se realiza en Cuba desde 1986- es fortalecer las capacidades de la isla contra huracanes de gran intensidad, sismos, sequías severas, tormentas y eventos dañinos de origen sanitario.
En su primera jornada, el sábado 18, el ensayo estará dedicado a la puesta en práctica del sistema de medidas del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil (EMNDC) y a la preparación de los órganos de dirección y de mando en todos los niveles.
El segundo día, el domingo 19, se llevarán a cabo acciones para afrontar riesgos de calamidades y disminuir situaciones de vulnerabilidad, con la participación de las entidades y la población, según explicaron especialistas de la Defensa Civil citados por la estatal Agencia Cubana de Noticias.
Precisaron que se enfatizará en la preservación de los recursos de la economía ante el impacto que puedan ocasionar los fenómenos naturales o tecnológicos por efectos del cambio climático, y en la capacitación de los integrantes de las comisiones encargadas de proteger a la población y de los grupos de evaluación de daños.
En ese caso el "Meteoro" también contempla el adiestramiento de las personas que atienden las oficinas de trámites para los damnificados, la comprobación del sistema de comunicaciones y la red de emergencia de la Federación de Radioaficionados de Cuba.
Además, está previsto incrementar la divulgación de las normas de conducta ante situaciones de desastres y las Guías Familiares ante los ciclones tropicales, el cumplimiento de las medidas en cada una de las fases que establece la Defensa Civil, y la vigilancia sobre los peligros, las situaciones vulnerables y los riesgos.
Los organizadores del ejercicio han señalado que en sus dos jornadas se deben tener muy en cuenta las experiencias que dejó en Cuba el devastador huracán Irma, que en septiembre de 2017 impactó en 12 de las 15 provincias de la isla, donde provocó la muerte de 10 personas, pérdidas económicas valoradas en más de 13.185 millones de dólares y destrozos en 158.554 viviendas, entre otros daños.
En 2018, Cuba se vio afectada por las tormentas subtropicales Alberto y Michael, así como por temporales de lluvias intensas que azotaron sus regiones occidental y central.
La temporada de huracanes en la cuenca del Atlántico en 2019, que terminará el 30 de noviembre, tendrá una actividad "ligeramente por debajo del promedio" debido al poco impacto del fenómeno meteorológico de El Niño, según las previsiones anuales de la Universidad Estatal de Colorado (CSU), EE.UU.
Ese pronóstico anticipa para este año 13 tormentas y 5 huracanes, dos de ellos con vientos sostenidos de unos 180 kilómetros por hora, es decir, categoría 3 en la escala de Saffir/Simpson de un máximo de cinco.
Además, ha estimado un 28 por ciento de probabilidades de un huracán llegando al Golfo de México y un 39 por ciento de probabilidades de un huracán en el Caribe.