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Informan protocolos para liberar especies de vida silvestre

Informan protocolos para liberar especies de vida silvestre

La Profepa informó que conservar ejemplares de vida silvestre en sus hábitats naturales es la manera más efectiva de garantizar que un ecosistema se mantenga sano y estable.

México.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que cuando los ejemplares de vida silvestre son asegurados, recuperados o entregados voluntariamente,  esta dependencia es  la autoridad responsable que determina su destino a Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS) y a Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA).

Dichos centros se encargan de la rehabilitación, protección, recuperación, reintroducción o canalización de ejemplares para su conservación.

En la mayoría de los casos estos especímenes presentan salud deteriorada, exhibiendo un comportamiento diferente al de su estado natural, observándose conductas anormales o de excesiva agresividad, resultado del estrés sufrido.

La legislación mexicana permite mecanismos para que aquellos que son asegurados, rescatados o entregados de manera voluntaria, puedan ser reintroducidos a su medio natural.

Sin embargo, la reintroducción o liberación de especímenes sin los cuidados biológicos, médicos y carentes de manejo de fauna silvestre pueden provocar un daño al ecosistema, al ejemplar e incluso a ambos.

La liberación o reincorporación de fauna silvestre puede ser muy importante cuando la demografía y la genética de las poblaciones silvestres sugiere que estas especies podrían llegar a extinguirse y que el incremento en el tamaño de la población o en su diversidad genética puede proteger su futuro.

Esta decisión debe estar basada en el conocimiento biológico de cada especie, su distribución y requerimientos ecológicos. También, de la comprensión y conocimiento de los factores causantes de la merma de las poblaciones silvestres.

Valoración de ejemplares

Al momento que los ejemplares quedan a cargo de Profepa se toma en cuenta lo siguiente:

a. In situ. Si el ejemplar está dentro o cerca de su hábitat natural y si representa un peligro para las personas, para sí mismo u otras especies.

b. Ex situ. Si el animal se encontraba fuera de su hábitat por motivos como Venta o comercialización ilegal; cautiverio ilegal; faltas al trato digno y respetuoso; fuga o escape de su refugio

Evaluación de ejemplares

Durante la actuación de Profepa en materia de vida silvestre, en todos los casos se realizan los siguientes protocolos:

1.- Identificación taxonómica.- Ésta debe incluir, en la medida de lo posible (algunas requieren análisis molecular o citológico para saber la subespecie), hasta la subespecie.

Adicional a lo anterior, se determina si la especie se distribuyen de manera natural en la zona (localmente) o si se trata de una introducida o exótica para la región.

2.- Estado general del animal.- Personal especializado evalúa el estado físico general de cada ejemplar, factores como la edad aproximada, el sexo y la condición corporal.

Asimismo, se observa su estado conductual que permite evaluar el comportamiento individual. Ello, con la finalidad de determinar el grado de acondicionamiento o la presencia de comportamientos estereotipados o anormales.

Rehabilitación

El objetivo principal de la rehabilitación es restituir al animal a su estado normal de salud; prepararlo y acondicionarlo tanto física como conductualmente para reintegrarlo a su hábitat y que pueda desarrollar su ciclo biológico de manera normal.

Es fundamental considerar las condiciones: visuales, auditivas, edad, sexo, especie y evaluar si tiene posibilidades de sobrevivir en el medio natural.

En aves de presa se debe tener en consideración que algunas especies necesitan tener sus extremidades en buen estado, ya que con ellas sujetan y cazan a sus presas. El pico tienen que estar en buen estado así como sus ojos.

Los ejemplares habrán de ser rehabilitados en recintos o albergues sumamente amplios, de acuerdo con la especie. Contar, dentro de ellos, madrigueras, refugios, nidos, ramas y plantas que imiten un ambiente natural lo mejor posible.

Así mismo, en los recintos se colocan obstáculos y/o barreras visuales para evitar el contacto visual o auditivo con las personas. (El lugar debe estar aislado del tránsito de humanos, vehículos o máquinas. Alejado de factores como animales domésticos o exóticos; luces nocturnas; sonidos, ruidos y olores producidos por personas).

Para los procesos de readaptación y/o entrenamiento, se deberán proporcionar estímulos que motiven al ejemplar a practicar sus habilidades naturales.

Con lo anterior, se pretende conseguir que el animal se valga por sí mismo y se adapte al medio silvestre.

Consideración técnica para el proceso de liberación de fauna silvestre

La dependencia indica que es importante seguir los siguientes criterios para tener éxito en la liberación de fauna silvestre:

1. Determinar su Taxonomía.- Es primordial determinar la especie a la que pertenecen los ejemplares que se pretenden liberar, incluyendo subespecies. Lo anterior, para evitar una posible degradación de los hábitats donde pudieran llegar a establecerse y, al mismo tiempo, volverse una amenaza para el ecosistema.

2. Estado de Salud.- Hacer una valoración completa de los ejemplares. De ser necesario, atención clínica y valoración de un Médico Veterinario especialista en fauna silvestre.

3.- Cuarentena.- Luego de ser atendido y valorado, se le aísla para evitar la posible transmisión o contagio de enfermedades a otros ejemplares, de acuerdo con la información que se obtenga del animal.

Cabe señalar que la cuarentena puede ser corta o prolongada, de entre 30 a 90 días. En caso de considerar la liberación el ejemplar no representaría algún riesgo para las poblaciones silvestres existentes.

En este tiempo los ejemplares pasan por un proceso de atención que consiste en el tratamiento preventivo y un análisis complementario como hemograma completo entre otros.

4. Determinar el área de liberación.- La zona elegida para la liberación debe formar parte del ámbito de distribución natural de la especie, así como asegurar la oportunidad de sobrevivencia del animal en el lugar escogido, para lo cual se debe considerar entre otros, el estado de conservación y calidad del hábitat, cercanía de asentamientos humanos, presión de depredación y existencia de la especie, disponibilidad de alimento, agua, entre otras. Una de las mejores opciones es realizar la liberación en Áreas Naturales Protegidas o Reservas Ecológicas Estatales y Municipales.

5. Edad adecuada.- No se deben liberar especímenes muy jóvenes que no hayan alcanzado la independencia de sus progenitores, incapaces de sobrevivir por sí mismos, como es el caso de la mayoría de mamíferos y aves.

6. Clima propicio para la liberación.- No liberar animales cuando las condiciones climáticas sean extremas (intensas lluvias, nevadas frío o calor extremo). Es necesario tener en cuenta que algunas enfermedades se presentan en determinadas condiciones de estrés y climáticas.

7.- Entrenamiento y/o Rehabilitación.- Depende de cada especie e incluso de cada individuo, como principios básicos, el contacto con las personas se reduce al. mínimo necesario; se le proporcionan estímulos que le motiven a practicar su comportamiento específico.

8.- Liberación de los ejemplares.- Es importante que los ejemplares propuestos a liberar estén rehabilitados física y conductualmente, además libres de enfermedades, y que no se encuentren dentro de procedimientos administrativos y/o penales.

La  Profepa informó que es importante que los ejemplares, al momento de ser trasladados al sitio de liberación, vayan en contenedores adecuados, de preferencia individualmente; con ventilación y tapados. Sin contacto visual con el medio exterior, además que se haya seleccionado el sitio para la liberación.

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