Logo Persis

La salud humana depende de la salud del planeta, Toledo

La salud humana depende de la salud del planeta, Toledo

Hoy 5 de junio México conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente 2020 en el Año Internacional de la Biodiversidad, estipulado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

planta.jpg

Planta y mano
Noah Buscher

En 2020, Año Internacional de la Biodiversidad, se tiene el objetivo de proteger al menos el 30 por ciento de la biodiversidad en la tierra y los océanos para el año 2030 para detener y revertir el declive de las especies con el propósito de restaurar los servicios de los ecosistemas, cuyo estado crítico pone en riesgo la supervivencia de la humanidad.

Según la ONU “las actividades humanas llevan décadas alterando el planeta, causando una pérdida de biodiversidad sin precedentes. El hielo glaciar se derrite, los arrecifes de coral se han reducido a la mitad y se han perdido grandes extensiones de bosque”.

El organismo internacional advierte que “estamos al borde de una extinción masiva y si seguimos por ese camino, y la pérdida de biodiversidad tendrá graves consecuencias para la humanidad ya que podrían colapsarse los sistemas alimentarios y de salud”.

Si queremos que esta recuperación sea sostenible, si nuestro mundo debe transformarse para ser más resiliente, tenemos que hacer todo lo que podamos para promover una recuperación verde

En medio de la crisis sanitaria mundial, Angela Merkel, primera ministra de Alemania, llamó hace unas semanas a emprender una reconstrucción verde tras la crisis del coronavirus, refrendó el compromiso de Alemania con el Acuerdo de París y aplaudió el plan verde de la Comisión Eu­ropea para neutralizar las emisiones contaminantes de la atmósfera hacia la mitad del siglo.

A su vez, Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional, dijo: “Si queremos que esta recuperación sea sostenible, si nuestro mundo debe transformarse para ser más resiliente, tenemos que hacer todo lo que podamos para promover una recuperación verde”.

México tiene la magnífica oportunidad de diseñar y poner en acción una recuperación económica y social diferente, fundada en la transición ecológica, pues la salud humana depende de la salud del planeta

Las palabras de ambas lideresas las cita el responsable de la política ambiental del México, Víctor M. Toledo, quien en su artículo “La reactivación pos Covid-19 será ecológica o no será”,observa que “los poderes saben que esta pandemia (y las que siguen) provienen de los desequilibrios ecológicos y biológicos de la civilización industrial”.

El científico mexicano alerta: “Sin embargo, no es el verde que te quiero verde que surge desde los gobiernos neoliberales y los poderosos organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, los que marcarán una normalidad alternativa”, porque “tras el COVID-19 urgen cambios radicales que rebasen la visión neoliberal del mundo, y cada vez más ciudadanos toman conciencia de ello”.

El etnobiólogo advierte que “México tiene la magnífica oportunidad de diseñar y poner en acción una recuperación económica y social diferente, fundada en la transición ecológica, pues la salud humana depende de la salud del planeta”.

Toledo Manzur señala que el país debe contemplar al menos seis transiciones ligadas con los alimentos, el agua, la energía, la conservación, las industrias y ciudades y la educación.

Explica que las pandemias son llamadas de alarma sobre los desequilibrios causados por la expansión de los sistemas industriales de producción de alimentos basados en monocultivos y agroquímicos y en las granjas (de cerdos, reses y pollos) que utilizan antibióticos, hormonas y otros estimulantes químicos. Y subraya que “todo agrotóxico es un químico de guerra que tarde o temprano regresa en forma de enfermedades”.

Con más de 40 años de experiencia de campo en las comunidades rurales e indígenas del país, el científico Toledo expone en un artículo que una nueva fuerza recorre el país, “del México profundo a los enclaves más avanzados de las metrópolis: los defensores de la naturaleza y demandantes de algo fundamental: el derecho a un ambiente sano y digno con aire puro, aguas transparentes, energías limpias, hábitats y espacios decorosos”.

Se trata de una fuerza que no es política, ni ideológica ni religiosa, sino la fuerza de la vida expresándose en cada ser humano quien logra reconocer la existencia de una entidad natural omnipresente y eterna sin la cual la existencia humana es simplemente imposible.

Es “el reflejo de una conciencia colectiva, pero también se alimenta del pensamiento crítico y del conjunto de las evidencias de una ciencia con conciencia social y ecológica”, sostiene.

Síguenos en @PortAmbiental

Cargando...
Load next