Ciudad de México.- Debido a que las especies exóticas invasoras son la segunda causa de pérdida de biodiversidad a nivel mundial y la tercera causa de pérdida de biodiversidad en México, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) organizaron un curso línea con el objetivo de fortalecer las capacidades técnicas y operativas para la atención y el manejo de especies exóticas invasoras en la Ciudad de México.
El curso en línea es organizado por la Dirección General de Coordinación de Políticas y Cultura Ambiental de la Sedema y la Subcoordinación de Especies Invasoras de la Conabio, y está dirigido al personal de diferentes áreas del Gobierno de la Ciudad de México y de alcaldías, relacionadas con la atención de esta problemática que representa una importante amenaza para la biodiversidad.
La Ciudad de México alberga el 2 por ciento de la biodiversidad mundial y es una de las ciudades más grandes del mundo. El 59 por ciento de su territorio está destinado a la conservación de una gran diversidad de ecosistemas naturales y agroecosistemas, cuenta con 24 Áreas Naturales Protegidas, 33 Áreas de Valor Ambiental (barrancas y bosques urbanos), un sitio Ramsar, dos Áreas de Importancia para las Aves (IBA) y una amplia red de Áreas Verdes Urbanas que brindan importantes servicios ecosistémicos.
Estos espacios de gran riqueza biológica son hábitat de más de 260 hongos macroscópicos, 1598 especies de plantas, 3 mil 851 especies y subespecies de invertebrados y 517 especies de vertebrados; muchas de estas especies son endémicas del país e incluso algunas de ellas son endémicas de la Ciudad de México.
Sin embargo, diversos factores ponen en riesgo a la diversidad biológica y los servicios que provee; uno de estos factores es la presencia de especies exóticas invasoras en los ecosistemas capitalinos. De hecho, algunas especies llevan tanto tiempo en la ciudad que se dice que estas ya se han adaptado, asilvestrado o naturalizado, sin embargo, esto es sólo una muestra de su potencial para sobrevivir en condiciones agrestes e invadir nuevos ecosistemas.
Un claro ejemplo, es el pirul (Schinus molle), originario de Sudamérica e introducido en México hace cinco siglos, actualmente es una especie exótica invasora por sus efectos adversos en los ecosistemas naturales ya que se establece con facilidad y secreta sustancias que inhiben o reducen la germinación de otras especies de plantas a su alrededor.
Por los efectos de las especies exóticas invasoras al desplazar a la biodiversidad nativa y las afectaciones que provocan en los ecosistemas, resulta urgente realizar acciones para atender esta problemática y fortalecer la prevención, detección temprana, el control y la erradicación de las mismas a través de acciones como:
• Mejorar la vinculación interinstitucional para atender la problemática y promover la sustitución de especies exóticas.
• Contar con programas de comunicación y concientización sobre los impactos que generan las especies exóticas para prevenir su liberación, impulsar la tenencia responsable de animales de compañía y reducir las poblaciones de animales ferales que afectan la biodiversidad.
• Elaborar diagnósticos generales y protocolos de prevención, control y erradicación de especies exóticas invasoras para el Suelo de Conservación, Áreas Naturales Protegidas, Áreas de Valor Ambiental y Áreas Verdes Urbanas.
El curso en línea, se realiza del 8 al 19 de junio, participan 12 expertos en diversas áreas del conocimiento y manejo de las especies exóticas invasoras, colaboradores de instituciones como el Instituto de Biología (IB-UNAM) y la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Colegio de Postgraduados (COLPOS), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y la Conabio.
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