Logo Persis

La Conabio cumplió 30 años de contribuir a la conservación natural y cultural de México

La Conabio cumplió 30 años de contribuir a la conservación natural y cultural de México

La Conabio se creó en 1992 con la misión de promover, coordinar y realizar actividades dirigidas al conocimiento de la diversidad biológica de México y de contribuir a su conservación y uso sustentable.

sarukhan.jpeg

José Sarukhán
José Sarukhán, Coordinador Nacional de la Conabio. Colnal

México.- La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) conmemoró tres décadas de labor con un banquete dividido en cuatro tiempos en el Aula Mayor de El Colegio Nacional. Se trató de la mesa 30 aniversario de Conabio, coordinada por ambas instituciones y transmitida en vivo el 5 de mayo por las plataformas digitales de la institución.

La ceremonia, realizada en formato híbrido, contó con la participación presencial del José Sarukhán, miembro de El Colegio Nacional; Alejandra Rabasa, directora del Programa sobre Jueces y Medio Ambiente en el Environmental Law Institute; Enrique Provencio, investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM; y Carlos Galindo, director de comunicación de la ciencia de Conabio, quien fue el moderador. Asimismo, a distancia participaron Alicia Bárcena, ex secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y Jorge Soberón, investigador de la Universidad de Kansas.

A lo largo de la celebración y entre las participaciones, fueron proyectados los mensajes de Enrique Graue, rector de la UNAM; Cristián Samper, presidente y CEO de Wildlife Conservation Society; y de Sir Robert T. Watson, profesor emérito de la University of East Anglia, entre otros enviados por autoridades gubernamentales.

José Sarukhán, coordinador nacional de la Conabio, afirmó que el trabajo del organismo logra sensibilizar al público sobre la responsabilidad que tiene en el impacto del medio ambiente. El biólogo mexicano hizo un recuento de los orígenes de esta dependencia y aseguró que su consolidación fue un proceso evolutivo que comenzó con el uso de datos de colecciones científicas del Siglo XVIII y continúo con la generación de información geográfica del ambiente.

La Conabio se creó en 1992 con la misión de promover, coordinar y realizar actividades dirigidas al conocimiento de la diversidad biológica de México y de contribuir a su conservación y uso sustentable. Gracias a miles de investigadores, instituciones nacionales y extranjeras, y a la sociedad civil lleva tres décadas de descubrir México, contribuyendo al conocimiento y la conservación del patrimonio natural y cultural.

En palabras del colegiado, después de contar con información biológica, geográfica, climática, ecológica y buenas herramientas de la predicción, Conabio evolucionó en la medida que el conocimiento generado se fue traduciendo en inteligencia, es decir, en la capacidad de poder entrar a problemas, que no estaban establecidos claramente, para generar política pública: “a partir del año 2008, tiene un crecimiento exponencial. De tener público especializado pasa a la sociedad en general, con un promedio de 24 mil usuarios diarios”.

Agregó que entre los retos más importantes que ha enfrentado la institución intersecretarial se encuentra el análisis y el desarrollo del Sistema de Detección Temprana de Incendios, así como el monitoreo de manglares, arrecifes y cambio de uso de suelo; además de la plataforma para la agricultura y conservación que permite la toma de decisiones utilizando un mapa de alta resolución.

“Han colaborado más de mil personas, ahorita somos 180. Ha sido un trabajo de mucha gente, de mucho tiempo, pero fundamentalmente de construir sobre lo hecho, de ir creciendo. Todos los colaboradores han jugado un papel importantísimo porque Conabio funciona como un gran equipo”, finalizó el doctor Sarukhán.

Esta sesión también contó con los mensajes en video de saludos y felicitaciones de las autoridades gubernamentales como María Luisa Albores, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales; Víctor Villalobos, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural; y Martha Delgado, subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, todos cercanos colaboradores de la Comisión.

Enrique Graue, rector de la UNAM, también participó con un videomensaje en el que felicitó a la Conabio por su aniversario y reconoció la importancia de su labor: “Han sido 30 años de una gran labor, de rigor académico, de acopio de información, de catalogación y de promoción del uso sustentable de los recursos de un país tan megadiverso como México. Su existencia y persistencia como entidad pública debe ser motivo de orgullo para las y los mexicanos que creemos en la preservación de la biodiversidad como parte esencial del presente y el futuro ambiental del planeta”.

En su mensaje videograbado, Sir. Robert T. Watson, investigador de la University of East Anglia in England, comentó que hoy en día es difícil que una organización sea realmente única en el mundo, pero que la Conabio lo es: “Ninguna otra organización en el mundo tiene una relación tan cercana y productiva tanto con la comunidad científica como con el gobierno, un modelo que, en mi opinión, debería replicarse tanto en países en desarrollo como en desarrollados”.

Sostuvo que un tema importante del trabajo de esta comisión es el Corredor Biológico Mesoamericano, el cual “ha permitido la participación de comunidades indígenas y locales, asegurando el involucramiento en los proyectos de conservación a este nivel. El trabajo de Conabio ha apoyado en gran parte el diseño y el manejo de una red diversa de áreas protegidas que atraen a ecoturistas de todo el mundo”.

Cristián Samper, presidente y CEO de Wildlife Conservation Society, puntualizó a través de su mensaje grabado que la Comisión es un referente: “Considero que es el mejor centro de investigación de Biodiversidad a nivel mundial y realmente es un ejemplo de cómo podemos construir modelos en nuestros países para apoyar los procesos locales”.

En videoconferencia desde la Universidad de Kansas, Jorge Soberón, recordó que Conabio le apostó al uso de datos primarios y públicos: “Los datos primarios son aquellos que están en las etiquetas de los ejemplares de herbarios y los museos, constituyen una liga entre dos grandes sectores de información, la geografía y todas las otras, y permiten ligar perspectivas. Por otra parte, los datos públicos quieren decir que quien sea los puede tener”.

De acuerdo con el investigador, la Comisión decidió que los datos fueran primarios y públicos, porque se pueden analizar desde la perspectiva del usuario, porque son legibles por máquinas y porque tienen una contraparte material física: “Tenían que ser públicos, porque ya habían sido pagados por la gente y para que fueran utilizados por todos, por personas activistas defensoras de la biodiversidad. La capacidad científica de México se ha incrementado y potenciado por esta combinación de datos”.

En su participación a distancia, Alicia Bárcenas, ex secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, afirmó que José Sarukhán logró una institución de Estado que ha trascendido administraciones políticas: “Lo que tiene hoy la Conabio es el mayor acervo de información estructurada sobre la biodiversidad mexicana y la convicción de brindarle al país y a la sociedad inteligencia sobre el capital natural, por eso creo que es un ejemplo mundial”.

Puntualizó que esta institución tiene cinco características principales. La primera, además del conocimiento científico, logró incorporar los saberes tradicionales y las experiencias de la gente y generar soluciones propias e innovadoras utilizando datos; la segunda, maneja grandes volúmenes de información que provienen de instituciones públicas; la tercera, la creación de capacidades y el trabajo colectivo; la cuarta, el desarrollo de herramientas digitales y cartográficas; y la quinta, se ha convertido en una fuente pública, sólida, confiable y accesible para la sociedad.

Sostuvo que el lenguaje de los economistas tiene que cambiar y para ello son necesarias instituciones como la Conabio, que enriquecen la gestión pública o transparentan el impacto en el patrimonio natural: “La Conabio ha reconocido que, entre el 70 y 80% de la biodiversidad que hay en México, es de propiedad comunal, está en las comunidades, es ahí donde se tiene que ir”.

En palabras de la experta, el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, y la pandemia, muestran que la autosuficiencia sanitaria, alimentaria y energética es fundamental: “Conabio ofrece una evidencia brutal, irrefutable, para optar por una ruta de desarrollo distinta, una que anticipe riesgos, que garantice la participación plena e informada de las comunidades y la sociedad”.

“La apropiación de la naturaleza y su conocimiento es un tema político que lleva la impronta del poder y de quien lo ejerce. Por eso la Conabio es una institución indispensable para construir una sociedad que cuide el patrimonio con transparencia, gobernanza, innovación como condición necesaria para avanzar en la democracia ambiental, para sobrevivir como especie”, finalizó Bárcenas.

Por su parte, Alejandra Rabasa expuso que actualmente es imposible negar el vínculo que existe entre el estado del medio ambiente y los derechos humanos: “Desde 1972, en la declaración de Estocolmo, se reconoció que las libertades fundamentales de las personas como el derecho a tener una vida digna no podían lograrse si no era en un medio ambiente de calidad. Es imposible negar o dudar del papel que tiene la conservación de la biodiversidad para las condiciones de justicia y la protección de los derechos humanos en el mundo”.

La directora del Programa sobre Jueces y Medio Ambiente en el Environmental Law Institute comentó que, por segunda ocasión, el doctor Sarukhán y su equipo colaboran con la Suprema Corte y la Escuela Federal de Formación Judicial, en la capacitación de jueces, magistrados oficiales, judiciales y defensores ambientales:

“Esto es una herramienta concreta para revertir las asimetrías que hay en la protección del medio ambiente en las comunidades, los defensores ambientales y las asociaciones no gubernamentales, porque con la información pública que hace accesible la Conabio, que es la mejor información científica disponible, se nivelan las irregularidades que existen en los casos de justicia ambiental”.

De acuerdo con Rabasa, la generación de información de Conabio es esencial para el derecho humano, el medio ambiente sano y todos los derechos fundamentales que dependen de éste: “Es fundamental, como lo afirma la Suprema Corte, para fundamentar en ciencia las decisiones sobre las cuales se interpreta cómo se cumplen y se deben cumplir los derechos humanos”.

La celebración concluyó con la participación de Enrique Provencio, investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo UNAM, quien afirmó que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad se basó en una práctica de profesionalismo y respeto que construyó una autoridad sustentada en el saber: “Se basó en la continuidad, no improvisan, no reinventan. Se rediseñan, porque son flexibles. Es una institución que se maneja con un propósito que es el bien público, a través de la inteligencia”.

Comentó que gracias a Conabio, se ha exportado un modelo referente en la construcción de políticas públicas más aceptables: “La Conabio introdujo en el debate público el concepto de capital natural. Es una apuesta crucial, porque colocó el bienestar en la biodiversidad. Su trabajo cambia modos de pensar, no debe bastarnos con celebrar, debemos comprometernos como sociedad y gobierno a apoyarla, a facilitar que siga trabajando, que la celebración sea un compromiso y un apoyo”, finalizó.

La mesa 30 aniversario de Conabio, coordinada por El Colegio Nacional y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, se encuentra disponible aquí.

Cargando...
Load next