México.- En el marco del Programa de Prueba del Sistema de Comercio de Emisiones (SCE) en México, que dio inicio el 1º de enero 2020, el proyecto “Preparación de un SCE en México” (SiCEM) de la GIZ brinda su apoyo a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el desarrollo continuo de actividades de fortalecimiento de capacidades para los actores relevantes y tomadores de decisión del sector público y privado.
En este contexto, se llevó a cabo por segundo año consecutivo la Academia del Sistema de Comercio de Emisiones 2020. En esta ocasión, se realizó exitosamente en formato virtual, y se concentró en los aspectos de implementación del Programa de Prueba. El curso fue convocado por la Semarant, y se desarrolló con el apoyo del Partnership for Market Readiness (PMR) del Banco Mundial, el International Carbon Action Partnership (ICAP), y la GIZ México.
Entre el 18 agosto y el 10 de septiembre, se generó un fructífero espacio de intercambio y creación de redes entre los alrededor de 60 participantes del curso. Además, durante estas cuatro semanas se fortaleció el aprendizaje con presentaciones de las lecciones aprendidas, aciertos y retos en la implementación de un SCE por parte de expertos nacionales e internacionales (China, Québec, Califonia, Unión Europea, etc.), así como el uso de herramientas digitales innovadoras y memorias gráficas que capturaron los puntos clave discutidos durante las sesiones.
Por último, se tuvieron dos sesiones abiertas al público en general, en las que se contó con la presencia de James Grabert, Director de Mitigación de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), así como una sesión de intercambio entre países de Latinoamérica en materia de instrumentos de precios al carbono.
Arquitectura del SCE, pilotos de México y el mundo
La primera semana dispuso el terreno para las sesiones posteriores, al introducir el concepto de instrumentos de precio al carbono, y las oportunidades que presenta el SCE para el cumplimiento de las metas climáticas de mitigación NDCs en función del Acuerdo de París. Si bien la experiencia internacional ha demostrado que es un instrumento costo-efectivo, su efectiva implementación requiere de marcos normativos claros, una política nacional que responda a los compromisos internacionales, y una estrecha comunicación con los actores involucrados en el proceso.
Jurisdicciones como China, Quebec y España (como parte del SCE europeo) compartieron sus experiencias en las fases iniciales de sus SCE. Resaltaron la importancia de un marco normativo y político fuerte, la creación de espacios de diálogo con los sectores regulados, así como asegurar la calidad y robustez de los datos de emisión.
En este sentido, durante los últimos años México ha logrado implementar un marco jurídico e institucional en la materia a partir de la reforma a la Ley General de Cambio Climático en el año 2018 y la publicación del Acuerdo por el que se establecen las bases preliminares del Programa Prueba del SCE, en el que además se crea la figura del Comité Consultivo como espacio de diálogo y retroalimentación. Así mismo, cuenta con un marco MRV robusto, reflejado en el Registro Nacional de Emisiones (RENE).
Asignación y dinámicas de mercado ¿Qué opciones hay?
Durante la segunda semana, se habló de los métodos de asignación de Derechos de Emisión (DEM). Cada jurisdicción elige el método (o mezcla de métodos) a utilizar en función de las prioridades nacionales y los objetivos del SCE, entre los que se destacan: incentivar medidas de abatimiento, incrementar los ingresos a nivel gubernamental, proteger la competitividad de las instalaciones reguladas o gestionar una transición gradual hacia un SCE.
En el caso mexicano, con el objetivo de facilitar la transición hacia la Fase Formal del SCE, el Programa Prueba comenzará un esquema gratuito en función de las emisiones históricas por instalación, y posteriormente se vislumbra la implementación de un porcentaje de asignaciones a través de subastas.
Una vez que los DEM son asignados, pueden ser comerciados en el mercado secundario. En las sesiones, actores involucrados en el comercio de DEM en el SCE europeo cubrieron las diferentes alternativas que existen para este comercio, como pueden ser los exchanges o bolsas de valores, o bien de manera bilateral a través de un mecanismo conocido como over-the-counter. Además, se discutió la importante diferencia que existe entre los mercados de carbono regulados (instrumento de política pública con marco legal y jurisdicción definidos para reducir emisiones de GEI) y los voluntarios (iniciativa descentralizada para fomentar la reducción de emisiones y facilitar la participación de más actores en las actividades de mitigación).
Sistemas de monitoreo, reporte y verificación (MRV): El reto y éxito de los ETS
Un SCE efectivo requiere de un esquema robusto de MRV, pues esto permite diseñar el tope del SCE y realizar una mejor asignación de DEM. Además, asegura la integridad ambiental y permite la vigilancia del cumplimiento de los sectores cubiertos.
Se resaltó que es crucial incentivar el cumplimiento en un SCE, dado que, de lo contrario, se corre el riesgo de distorsionar la competencia entre entidades reguladas. Jurisdicciones como California, Alemania, los Países Bajos y China, compartieron los mecanismos utilizados para fortalecer el cumplimiento en sus jurisdicciones, como son: el involucramiento de los regulados desde etapas tempranas del proceso para que conozcan bien su obligación, la comunicación constante y proactiva de las obligaciones, escucha de la retroalimentación, hasta las sanciones administrativas y económicas.
Beneficios sociales y ambientales del SCE y avances en América Latina ¿Dónde estamos y hacia dónde vamos como región?
Durante la última semana, la Academia del SCE 2020 abordó dos temas: Mecanismos de compensación e instrumentos de precios al carbono en América Latina.
Con respecto al primero, el SCE incluye mecanismos para incentivar acciones de mitigación en sectores no regulados bajo el esquema de compensaciones (offsets). Estas contribuyen al desarrollo sostenible de otros sectores y actores vinculados de forma indirecta con el SCE. De igual forma, permiten la reducción de costos mejorando la eficiencia del ETS. Con miras a la Fase Operativa, se presentó un panorama global sobre estos mecanismos, así como una exploración de las posibilidad de generación de compensaciones de sectores como el forestal, ganadería y agricultura, y transporte, en el contexto mexicano.
Con motivo de cierre, la Academia del SCE 2020 culminó con el intercambio de experiencias en la región América Latina. Los participantes tuvieron la oportunidad de conocer los diferentes avances en la región en función del precio al carbono. Al respecto, países como Chile, Perú, y Colombia, han implementado un impuesto al carbono o a los combustibles fósiles, mientras que Brasil se encuentra analizado el instrumento más costo-efectivo para el país.
Ante tal panorama regional, México se posiciona como el primer país en la región en contar tanto con un impuesto al carbono y un SCE, por lo cual será de gran interés conocer sus valiosas experiencias durante el diseño del SCE y la implementación del Programa de Prueba.