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Desaceleración industrial no ha detenido los niveles de gases de efecto invernadero

Desaceleración industrial no ha detenido los niveles de gases de efecto invernadero

“La pandemia de COVID-19 no es una solución para el cambio climático. Sin embargo, nos brinda una oportunidad para adoptar medidas de índole climática más sostenidas y ambiciosas encaminadas a reducir las emisiones hasta un nivel cero neto”, Petteri Taalas.

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Emisiones de Industria
Kouji Tsuru /Unsplash

Naciones Unidas.- De acuerdo con datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la desaceleración industrial causada por la pandemia de COVID-19 no ha detenido los niveles de gases de efecto invernadero que detienen el calor en la atmósfera y inducen a un clima más extremo, informó la Organización de Naciones Unidas.

“Las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) subieron en 2019 y el promedio mundial anual superó el umbral de 410 partes por millón, un aumento en comparación con el año anterior. En 2020 este incremento ha continuado a pesar de las medidas de confinamiento que redujeron las emisiones de muchos contaminantes y gases a la atmósfera”, indica el organismo internacional.

“El dióxido de carbono permanece en la atmósfera durante siglos y aún más tiempo en los océanos. La última vez que se registró en la Tierra una concentración de CO2 comparable fue hace entre tres y cinco millones de años. La temperatura era entonces de 2 a 3 °C más cálida y el nivel del mar entre 10 y 20 metros superior al actual, pero no había 7700 millones de habitantes”, sostuvo el profesor Petteri Taalas, secretario general de la OMM.

Indicó que en total, las concentraciones atmosféricas de CO2 han aumentado en un 148 por ciento desde la época preindustrial.

"El CO2 que tenemos ahora en la atmósfera se ha acumulado desde 1750. No es lo que sucedió hoy o ayer, es toda la historia del desarrollo humano y económico", explicó Oksana Tarasova, jefe de la División de Investigación Atmosférica y Ambiental de la OMM.

El dióxido de carbono es el gas de efecto invernadero responsable de dos tercios del aumento del forzamiento radiativo.

En 2019, las actividades que generaron más emisiones y concentraciones de CO2 fue la quema de combustibles fósiles y la producción de cemento, la deforestación y otros cambios en el uso de la tierra.

“Durante la última década, alrededor del 44% del CO2 ha permanecido en la atmósfera, mientras que el 23% ha sido absorbido por los océanos, el 29% por la tierra y el 4% restante no ha sido atribuido”, indica la ONU.

Toda nuestra economía y nuestros patrones de consumo en realidad nos conectan a las emisiones extremadamente altas

Otro gas de efecto invernadero y producto químico que agota la capa de ozono es el óxido nitroso, mismo que aumentó 123% en 2019 con respecto a los niveles preindustriales.

Respecto a la concentración de metano, un potente gas de efecto invernadero acrecentó en un 260% en 2019 con respecto a los niveles preindustriales, este gas aproximadamente el 16% del forzamiento radiativo.

La ganadería, el cultivo de arroz, la explotación de combustibles fósiles, los vertederos y la combustión de biomasa son las fuentes antropogénicas responsables del 60% de las emisiones de metano.

“Otros gases como los clorofluorocarbonos (CFC) que agotan el ozono estratosférico, y que están regulados por el Protocolo de Montreal, junto con gases halogenados menores, representan aproximadamente el 11% del forzamiento radiativo. Mientras que estos gases están disminuyendo, algunos hidroclorofluorocarbonos, que también son potentes gases de efecto invernadero, están aumentando a tasas relativamente rápidas, aunque todavía son bajos”, señala el organismo intenacional.

"A pesar de que parecía que el mundo se detuvo (durante el confinamiento), solo obtuvimos la disminución del cuatro al siete por ciento en las emisiones . Así que toda nuestra economía y nuestros patrones de consumo en realidad nos conectan a las emisiones extremadamente altas, incluso si todos nos sentamos encerrados y limitamos nuestra movilidad, porque el bloqueo solo está limitado a la movilidad y no a nuestro consumo", señaló Tarasova.

La pandemia de COVID-19 no es una solución para el cambio climático. Sin embargo, nos brinda una oportunidad para adoptar medidas de índole climática más sostenidas y ambiciosas encaminadas a reducir las emisiones hasta un nivel cero neto a través de una metamorfosis integral de nuestros sistemas industriales, energéticos y de transporte”, explicó Petteri Taalas.

El profesor Taalas insistió que necesitamos avanzar de manera rápida hacia la neutralidad de carbono.

“Si queremos alcanzar el objetivo mantener el calentamiento a 1.5 grados (Celsius), entonces deberíamos convertirnos en carbono neutral para 2050. La buena noticia es que tenemos una cantidad creciente de países y grupos de países que se han comprometido con eso. Hasta ahora tenemos el 50 por ciento de los emisores globales incluidos China, la Unión Europea y Japón y Corea del Sur, y también el 50 por ciento del PIB mundial detrás de esto ”, dijo.

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