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La UE apuesta por la digitalización para combatir el cambio climático

La UE apuesta por la digitalización para combatir el cambio climático

"Las emisiones de CO2 deben tener un precio, un precio en CO2 que incentive a consumidores, productores e innovadores a elegir las tecnologías limpias, para fabricar productos limpios y sostenibles."

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Ursula von der Leye
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen. Efe/Epa/Stephanie Lecocq

Bruselas.- La Comisión Europea ha aprobado antes del receso estival una batería de medidas para transformar el modelo económico, incentivando el uso de "tecnologías limpias" para conseguir que la Unión Europea sea capaz de absorber en 2050 todas las emisiones de CO2 que emita a la atmósfera.

"Las emisiones de CO2 deben tener un precio, un precio en CO2 que incentive a consumidores, productores e innovadores a elegir las tecnologías limpias, para fabricar productos limpios y sostenibles", dijo el miércoles la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen.

Para fomentar este cambio de vida, de producción y de consumo, Bruselas presentó doce propuestas, con dos de ellas como ejes fundamentales.

La primera consiste en modificar en 2025 el sistema de comercio de emisiones (ETS), encareciendo el precio por tonelada de CO2 e incorporando al transporte aéreo, al marítimo, a los vehículos privados y a la energía que consumen los hogares.

La Comisión también quiere gravar en las fronteras de la UE los productos importados de terceros países que necesiten para su fabricación más emisiones de C02 de las que Bruselas permitirá en el interior.

En los próximos treinta años la UE quiere impulsar una transformación ecológica, a la que contribuirán también los planes de recuperación que se han empezado a aprobar esta misma semana, entre ellos el de España, y que prevé destinar un 28 % de los fondos a la digitalización, la otra gran estrategia con la que Bruselas quiere contribuir a la sostenibilidad.

Inteligencia artificial

En este sentido, el eurodiputado del PSOE Iban García del Blanco defendió que "la inteligencia artificial tiene que servirnos como elemento instrumental para mejorar la eficiencia (...), incorporando cuestiones de sostenibilidad medioambiental en cada una de las decisiones y procesos que se vayan realizando".

En este contexto, por ejemplo, como presidente de una empresa tecnológica, el máximo dirigente de Huawei, Liang Hua, dijo "tras más de veinte años de presencia en Europa", la compañía "quiere contribuir a la transición ecológica que acaba de lanzar" la UE.

"Pensaremos sobre cómo podemos trabajar con los operadores de telecomunicaciones y otros socios para unir nuestros esfuerzos y promover un desarrollo ecológico, reduciendo las emisiones de carbono", aseguró.

García del Blanco explicó que gracias a la acumulación de datos, la inteligencia artificial puede ayudar, por ejemplo, sobre "cuál es el grado de huella de carbono utilizando un tipo de tecnología u otra".

La inteligencia artificial es una tecnología que según García del Blanco tiene todavía "mucho terreno por delante", ya que "para poder ser óptima, tendrá que recopilar prácticamente un 70% más de datos de los que tiene en este momento" y que suponen la fuente principal de la que se nutre para funcionar.

A este respecto, el presidente de Huawei aseguró que "como una empresa de la tecnología de la información, lo que buscamos es minimizar el consumo de energía en el procesamiento, transmisión y almacenamiento de datos".

Más regulación

Más allá de la inversión que Bruselas quiere incentivar en las tecnologías limpias, el eurodiputado español pidió una regulación específica que la transición ecológica y la digital.

"No hay ningún país que tenga una legislación específica sobre inteligencia artificial y sostenibilidad" y para García del Blanco "es una materia suficientemente importante como para ello".

Las medidas que presentó Bruselas esta semana -bajo el nombre de 'Fit for 55' ('En forma para el 55)- aspiran a fomentar el uso de nuevas tecnologías para reducir en 2030 las emisiones de CO2 en al menos un 55 %, con respecto a los niveles de 1990.

Son cambios estructurales que fuentes comunitarias describieron como "destrucción creativa", en el sentido de que hay que acabar con un modelo productivo para sustituirlo por otro.

Una transformación necesaria, según el vicepresidente de la Comisión Europea para el Pacto Verde, Frans Timmermans, porque "de lo contrario, fallaremos a nuestros hijos y a nuestros nietos porque si no arreglamos esto, en mi opinión, lucharán en guerras por el agua y la comida".

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