Logo Persis

Centrales eléctricas de carbón cierran en Estados Unidos

Centrales eléctricas de carbón cierran en Estados Unidos

En Estados Unidos las plantas de carbón que generan electricidad han estado cerrando a un ritmo casi récord, el carbón ahora genera el 23 por ciento del suministro de electricidad del país, su nivel más bajo en la combinación energética total del país desde mediados de los años 70.

planta_de_energia_capital_en_washington.jpg

Planta de Energía Capital en Washington
Vista del domo del Capitolio entre dos chimeneas de la Planta de Energía Capital, central eléctrica de carbón en la capital de Estados Unidos, en Washington. Efe

Londres.- En Estados Unidos, el carbón cada vez genera menos electricidad, pero la política nacional no ha cambiado, a pesar de que es el combustible fósil más contaminante y la fuente de una gran proporción de gases de efecto invernadero (GEI) que cambian el clima, de acuerdo con un reporte de la Administración de Información de Energía (EIA por sus siglas en inglés),

Señala que desde que Donald Trump asumió el cargo en enero de 2017, las plantas de carbón en los Estados Unidos han estado cerrando a un ritmo casi récord.

Solo el año pasado, las centrales eléctricas de carbón que generaban más de 15 mil megawatts (MW) de potencia, suficiente para satisfacer la demanda energética de 15 millones de hogares, fueron cerraron o se convirtieron para usar otras fuentes de energía menos contaminantes.

A finales de 2019, varias de las plantas de carbón más grandes, incluida la estación generadora gigante Navajo, en Arizona; la planta de Bruce Mansfield, en Pensilvania, y las instalaciones de Paradise, en Kentucky, cerraron sus puertas, y a mediados de marzo de 2020, cerró la última central eléctrica que funciona con carbón en el estado de Nueva York.

Como resultado, la producción de electricidad a carbón en EUA cayó 18 por ciento en 2019. Según la Administración de Información de Energía (EIA), el carbón ahora genera el 23 por ciento del suministro de electricidad del país, su nivel más bajo en la combinación energética total del país desde mediados de los años 70.

Sin embargo, el declive en el uso del carbón en los Estados Unidos no refleja ningún cambio de política por parte de la administración Trump, ya que desde que asumió el cargo, Trump ha tratado de obstruir la batalla contra el calentamiento global, por lo que su administración ha revocado varias regulaciones destinadas a mejorar el medio ambiente y reducir las emisiones.

Internacionalmente, Trump está en proceso de retirar a los EUA del Acuerdo de París sobre cambio climático.

La caída del uso del carbón tiene que ver con la economía, ya que el auge de la industria del fracking significa que los precios del gas han estado cayendo, al igual que los de las energías renovables, principalmente eólica y solar.

Según las cifras de la EIA, el gas ahora representa el 38 por ciento de la generación de electricidad, mientras que la cifra de energías renovables, cercana a cero hace solo 20 años, es del 17.5 por ciento.

Además, la reducción significativa en el uso de carbón no ha sido igualada por una caída equivalente en las emisiones de GEI, que el año pasado apenas se redujo en poco más del 2 por ciento, debido a que la demanda general de energía había estado creciendo rápidamente, en línea con un repunte de la actividad económica.

Pero ahora las perspectivas para este año son muy diferentes, especialmente a raíz de la pandemia de la COVID-19 y la probabilidad de una recesión mundial, y hay predicciones de que las emisiones de gases de efecto invernadero de los Estados Unidos caerán un 7.5 por ciento o más.

El informe más reciente de Carbon Tracker, un grupo de expertos financieros independientes que monitorea las transiciones de energía, señala que las inversiones en energías renovables ahora son más baratas que las inversiones en carbón en todos los principales mercados energéticos.

“Análisis tras análisis han señalado que la quema de carbón no solo es catastrófica para el futuro del planeta, sino que tampoco tiene sentido económico, por lo que los países tienen que romper el hábito del carbón si tienen alguna esperanza de prevenir el cambio climático fuera de control y cumplir con los objetivos del Acuerdo de París”, señala.

Síguenos en @PortAmbiental

Cargando...
Load next