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El cambio climático es una realidad científica y tiene sus consecuencias

Entrevista con Christiana Figueres

El cambio climático es una realidad científica y tiene sus consecuencias

Christiana Figueres, la mujer detrás del Acuerdo de París sobre el cambio climático, considera que se está acabando el tiempo en la lucha contra este fenómeno y que la responsabilidad en la búsqueda de soluciones está repartida entre todos, desde los gobiernos a los ciudadanos individuales.

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Christiana Figueres
La costarricense Christiana Figueres, durante la ceremonia de entrega de los premios internacionales Dan David. Vía Efe

Nacida en Costa Rica y con una carrera diplomática de más de 35 años dedicada a la lucha contra el cambio climático, Christiana Figueres ha visitado Tel Aviv para recibir un premio de un millón de dólares de parte de la fundación Dan David, que le otorgó el reconocimiento por su labor en el ámbito de la preservación del medioambiente, incluyendo seis años (2010-2016) como Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, donde negoció el histórico acuerdo que firmaron 175 países en 2016.

Figueres, en una entrevista, se muestra pese a todo optimista: "No tenemos ninguna otra opción que asumir la responsabilidad".

 ¿Qué impacto cree que tiene y tendrá el Acuerdo de París?

Yo pienso que tener una guía, una estructura global que guíe la descarbonización de la economía a lo largo de las próximas décadas, porque está pensado que nos acompañe hasta el año 2050, es importante, porque tenemos que poder ir midiendo el progreso o la falta de progreso, pero tenemos que poder medirlo.

¿Cree que el camino pasa más por el sector público, el sector privado, interestatal?

Si estuviéramos hace 20 o 30 años, diría que podemos asignar la responsabilidad a un sector o al otro, pero ahora como se nos está acabando el tiempo, como tenemos escasa una década para llegar al 50 por ciento de las emisiones y seguir descarbonizando después de eso, la verdad es que ahora hay responsabilidad y oportunidad en todos los sectores, tanto de los gobiernos nacionales, como subnacionales, las corporaciones y no nos olvidemos de los individuos, porque hay también muchísimas contribuciones que podemos hacer cada uno personalmente.

¿Qué opinión le merece que existan voces que niegan el cambio climático?

El cambio climático no es una religión, no es un mito, no es una ideología, no es una política partidista, es simplemente una realidad científica y tiene sus efectos físicos. Yo entiendo que los que dicen que no creen en el cambio climático se escudan detrás de eso por intereses económicos.

¿Cree que un aumento sustancial de los migrantes y refugiados producto del cambio climático puede ser una señal de alarma que tenga un impacto verdadero?

Bueno, por supuesto. Hoy estamos con 60 millones de migrantes en el mundo, nunca hemos tenido tantos. 40 millones de ellos están todavía dentro de su frontera nacional, 20 millones ya han salido de su frontera nacional y, si no hacemos la tarea contra el cambio climático, ese número puede subir exponencialmente, porque pensemos que, en el peor de los casos, podríamos tener que todas las islas del Pacífico queden bajo el nivel del mar.

Podemos tener la situación de que la mayoría de las zonas costeras de todos los continentes tengan que ser evacuadas y, entonces, por supuesto que habrá una migración muy fuerte hacia aquellos países que tienen zonas más altas. Ese no es un escenario hacia el cual deberíamos de caminar, sino todo lo contrario, hacer todo lo posible para evitar ese escenario.

Sin embargo ¿Usted es optimista, por qué?

Sigo siendo optimista primero porque me parece que no tenemos ninguna otra opción. Frente a un reto tan grande como el del cambio climático no podemos simplemente rendirnos y decir "que ocurra lo que tenga que ocurrir".

¿Qué tipo de adultos y qué tipo de responsabilidad demostraríamos si simplemente nos rendimos frente a un reto de esta envergadura? No tenemos ninguna otra opción que asumir la responsabilidad y ponernos las botas. Lo segundo es que yo veo que estamos desarrollando vertiginosamente una gran cantidad de tecnologías que nos van a ayudar a descarbonizar la economía.

Esas son tecnologías de producción de energía eléctrica, de inteligencia artificial, todo lo que es digitalización. Estamos frente a una revolución, lo que llaman la cuarta Revolución Industrial, que va a permitir un incremento exponencial en la eficiencia de la economía y en la descarbonización de la economía.

Aunque la política todavía esté turbia, hay un camino muy claro hacia la descarbonización en cuanto a la economía de los países.

¿Cree que hay un problema de comunicación detrás de que los gobiernos no implementen más este tipo de políticas?

Yo creo que hay un problema serio de comunicación porque todavía estamos viviendo en la década de los 80 o 90 o incluso de principios de siglo donde pensábamos que había que escoger entre la salud del planeta y los temas ambientales y el crecimiento económico y social.

Obviamente si estamos pensando que hay que escoger entre esas dos cosas, no es sorpresivo que algunos líderes escojan su propio país frente al beneficio global, pero eso no es así porque ahora ya dichosamente nos hemos dado cuenta de que esas dos cosas no se contradicen sino todo lo contrario: son vertientes que van en paralelo e incluso coinciden en las políticas y medidas nacionales.

Yo creo que aquí hay un problema grande de comunicación, de educación, de concienciación para darnos cuenta que podemos hacer ambas cosas al mismo tiempo.

No es muy frecuente que la humanidad se enfrente a un reto de la envergadura del cambio climático y que pueda hacerle frente a través de las políticas y medidas que de todas maneras son beneficiosas para el país. La verdad es que esta es una oportunidad histórica que debemos aprovechar

Fuente: Efe

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