Las acciones simultáneas que demanda este problema ecológico, agregó, son de limpieza de playas y manejo correcto de esta alga, ya que su acumulación impide el paso de luz hacia los arrecifes coralinos y, en su proceso de descomposición, genera gases nocivos para los habitantes de las comunidades.
La científica del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre el Medio Ambiente y Desarrollo del IPN, Norma Patricia Muñoz Sevilla, dijo que especialistas de diversas instituciones científicas han realizado sugerencias a municipios, estados y al gobierno federal para atender el problema.
“Lo primero que hay que hacer es contener la macroalga en altamar, no dejar que llegue particularmente al arrecife coralino porque lo daña mucho; recogerlo, depositarlo en tierra, valorizarlo y darle un uso, eso es lo que se debería de hacer”, aseguró.
Entre otros de los problemas que genera la acumulación de sargazo es que si la gente entra al mar, puede desarrollar problemas de salud como urticaria.
La académica indicó que el sargazo que llega a las costas de Quintana Roo, puede emplearse para la generación de biogás, útil en aire acondicionado y para procurar servicios hoteleros.
Muñoz Sevilla enfatizó que la acumulación de sargazo es un “problema mayúsculo” de carácter ecológico y de salud, y advirtió que han realizado modelos predictivos que arrojan la probabilidad de que este año lleguen cantidades considerables de esta alga a las costas mexicanas.