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Gobiernos producirían el doble de combustibles fósiles para 2030: ONU

Gobiernos producirían el doble de combustibles fósiles para 2030: ONU

Gobiernos producirían el doble de combustibles fósiles para 2030 pese a promesas de limitar el calentamiento global a 1.5 °C.

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Refinería
Pixabay

Estocolmo. Un exhaustivo informe publicado  indica que, para 2030, los gobiernos planifican producir un 110% más de combustibles fósiles por encima del nivel de producción requerido para limitar el calentamiento global a 1.5 °C; cifra que representa un 69% más de la producción máxima permitida para cumplir con el objetivo de 2 °C.

Dichos planes no son coherentes con las promesas asumidas por 151 gobiernos nacionales para lograr el objetivo de cero emisiones netas. Asimismo, las estimaciones científicas más recientes sugieren que la demanda mundial de carbón, petróleo y gas alcanzará su punto máximo en esta década (2020-2029), incluso sin tener en cuenta nuevas políticas a favor de la extracción de combustibles fósiles que puedan surgir en el resto de década. Debido a ambos factores, los planes actuales de los gobiernos conducirían a un aumento de la producción mundial de carbón hasta 2030, y de la producción mundial de petróleo y gas al menos hasta 2050, lo que crearía una brecha cada vez mayor en la producción de combustibles fósiles a lo largo del tiempo.

Los hallazgos principales del informe se listan a continuación:

  • Dados los riesgos e incertidumbres que entrañan la captura y almacenamiento de carbono y la eliminación de dióxido de carbono, los países deberían aspirar a, por una parte, eliminar casi por completo la producción y el uso de carbón para 2040 y, por otra parte, a reducir al menos en un 75% la producción y el uso tanto del gas como del petróleo para 2050 respecto a los niveles de 2020.
  • Aunque 17 de los 20 países presentados se han comprometido a cumplir los objetivos del escenario Cero Emisiones Netas (y muchos han puesto en marcha iniciativas para reducir las emisiones de las actividades de producción de combustibles fósiles), ningún país se ha comprometido a reducir la producción de carbón, petróleo y gas en consonancia con los objetivos de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1.5 °C.
  • Los gobiernos con mayores capacidades para abandonar los combustibles fósiles deberían aspirar a lograr reducciones más ambiciosas y a apoyar los procesos de transición en los países con recursos limitados.

El Informe sobre la Brecha de Producción de 2023, titulado ¿Frenar con el acelerador? Los principales productores de combustibles fósiles planifican más extracciones a pesar de sus promesas climáticas, fue elaborado por el Instituto de Estocolmo para el Medio Ambiente (SEI), Climate Analytics, E3G, el International Institute for Sustainable Development (IISD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En el presente informe, se evalúa la producción de carbón, petróleo y gas que los gobiernos han planificado y previsto a fin de compararlos con los niveles mundiales necesarios para cumplir los objetivos del Acuerdo de París en materia de calentamiento global.

"Los gobiernos están literalmente duplicando la producción de combustibles fósiles, lo que implica el doble de problemas para las personas y el planeta", afirmó António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas. "No podemos hacer frente a la catástrofe climática sin solucionar de raíz su principal causa: la dependencia de los combustibles fósiles. La COP28 debe transmitir un mensaje inequívoco de que a la era de los combustibles fósiles ya se le acabó su chispa, de que su eliminación es inevitable. Se requieren compromisos creíbles para acelerar las energías renovables, eliminar progresivamente los combustibles fósiles e intensificar la eficiencia energética, al tiempo que se garantiza una transición justa y equitativa".

Julio de 2023 fue el mes más caluroso jamás registrado, y con gran probabilidad el más caluroso de los últimos 120,000 años, según estudios científicos. En todo el mundo, las olas de calor, las sequías, los incendios forestales, las tormentas y las inundaciones han cobrado vidas y medios de subsistencia, lo que demuestra que el cambio climático causado por el ser humano ya está aquí. Las emisiones mundiales de dióxido de carbono, procedentes en un 90% de los combustibles fósiles, alcanzaron máximos históricos en 2021-2022.

"Los planes de los gobiernos para ampliar la producción de combustibles fósiles están socavando la transición energética que se necesita para lograr el objetivo de cero emisiones netas y están poniendo en jaque el futuro de la humanidad", afirmó Inger Andersen, Directora Ejecutiva del PNUMA. "Alimentar las economías con energía limpia y eficiente es la única manera de acabar con la pobreza energética y reducir las emisiones al mismo tiempo". "A partir de la COP28, las naciones deben unirse en torno a una eliminación gradual, controlada y equitativa del carbón, el petróleo y el gas, para aliviar las turbulencias que se avecinan y beneficiar a todas las personas del planeta", añadió.

En el Informe sobre la Brecha de Producción 2023 se presentan perfiles detallados de 20 de los países con mayor producción de combustibles fósiles: Alemania, Arabia Saudí, Australia, Brasil, Canadá, China, Colombia, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos de América, Federación Rusa, India, Indonesia, Kazajstán, Kuwait, México, Nigeria, Noruega, Qatar, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, y Sudáfrica. Los datos de estos perfiles demuestran que la mayoría de estos gobiernos siguen prestando un importante apoyo político y financiero a la producción de combustibles fósiles.

"Constatamos que gran parte de los gobiernos promueven el gas fósil como combustible esencial de 'transición', pero sin planes aparentes para abandonarlo más adelante", aseguró Ploy Achakulwisut, autora principal del informe y científica del SEI. "Sin embargo, los hallazgos científicos indican que debemos empezar cuanto antes a reducir la producción y el consumo mundial de carbón, petróleo y gas, además de aumentar las energías limpias, reducir las emisiones de metano de todas las fuentes y adoptar nuevas medidas; todo con el fin de mantener vivo el objetivo de los 1.5 °C".

A pesar de ser la causa fundamental de la crisis climática, los combustibles fósiles se han mantenido prácticamente ausentes de las negociaciones internacionales en materia de clima. Situación que comenzó a cambiar desde hace pocos años. Fue en 2021, en la COP26, cuando los gobiernos se comprometieron a acelerar los esfuerzos para "para la reducción gradual de la energía del carbón generada sin medidas de mitigación y la eliminación gradual de las subvenciones ineficientes a los combustibles fósiles", aunque no acordaron abordar la producción de todo tipo de combustibles fósiles.

"La COP28 podría ser el momento definitivo en el que los gobiernos se comprometan de una vez por todas a eliminar progresivamente todo tipo de combustibles fósiles y reconozcan el protagonismo que los productores deben desempeñar a la hora de facilitar una transición equitativa y controlada", declaró Michael Lazarus, uno de los autores principales del informe y director de la sede estadounidense del SEI. "Los gobiernos con mayor capacidad para abandonar la producción de combustibles fósiles cargan con la mayor responsabilidad de lograrlo, al tiempo que deben proporcionar financiación y apoyo para ayudar a otros países a seguir el mismo camino".

 Más de 80 personas investigadoras, procedentes de más de 30 países, han contribuido al análisis y la revisión del informe, procedentes de numerosas universidades, laboratorios de ideas (think tanks) y otras organizaciones de investigación científica. 

Reacciones al Informe sobre la Brecha de Producción de 2023

"Los combustibles fósiles están entre la espada y la pared. De aquí a mediados de siglo, el carbón deberá haber pasado a la historia y la producción de petróleo y gas deberá haberse reducido en al menos tres cuartas partes. Sin embargo, a pesar de sus promesas climáticas, los gobiernos pretenden invertir aún más dinero en una industria nociva y moribunda, mientras que las oportunidades abundan en el floreciente sector de las energías limpias. Además de ser una completa insensatez económica, estamos provocando nuestra propia catástrofe climática",
Neil Grant, analista sobre energía y clima, Climate Analytics.

"Pese a que los gobiernos de todo el mundo han suscrito metas ambiciosas de cero emisiones netas, la realidad es que la producción mundial de carbón, petróleo y gas sigue aumentando, mientras que las reducciones previstas no son suficientes, en lo absoluto, para evitar las peores consecuencias del cambio climático. Este abismo cada vez mayor entre la retórica de los gobiernos y sus acciones no solamente socava su autoridad, sino que aumenta el riesgo para todos nosotros. [Los seres humanos] ya estamos en vías de producir en esta década un 460% más de carbón, un 82% más de gas y un 29% más de petróleo de lo que sería compatible con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5 °C. Con vistas a la COP28, los gobiernos deben procurar aumentar de manera extraordinaria la transparencia sobre cómo alcanzarán los objetivos de emisiones e incorporar medidas jurídicamente vinculantes para apoyar estos objetivos",
Angela Picciariello, investigadora principal, IISD.

"Habida cuenta de que la demanda de carbón, petróleo y gas alcanzará su punto máximo esta década incluso sin la adopción de normativas adicionales, está claro que la nueva realidad económica apunta a un crecimiento de las energías limpias y a un declive de los combustibles fósiles; sin embargo, los gobiernos están fallando a la hora de planificar la llegada de la inevitable transición energética. Seguir invirtiendo en la producción de otros tipos de combustibles fósiles a medida que se reduce la demanda mundial de carbón, petróleo y gas es una apuesta económica a corto plazo para todos, salvo para los productores más baratos. Y los daños causados por el cambio climático se agravarán si no detenemos ahora mismo la expansión de los combustibles fósiles. Ha llegado el momento de que los gobiernos tomen las riendas de la transición hacia una energía limpia y ajusten sus políticas a las necesidades reales de un mundo climáticamente seguro",
Katrine Petersen, asesora principal de formulación de políticas, E3G.

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