Los estuarios: joyas ecológicas en peligro

Durante las últimas décadas, el avance del desarrollo humano ha dejado una marca profunda en los estuarios, esos vitales ecosistemas que actúan como nexos entre la tierra y el mar.

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Oakland
Vista aérea de Oakland. Martin Mbuthia/Wikimedia Commons. Bajo una licencia CC BY-SA 4.0

Los estuarios son áreas de transición entre los ríos de agua dulce y las aguas saladas de los océanos. No solo son hogar de una diversidad de vida silvestre, sino que también desempeñan roles cruciales en la retención de carbono y en la protección costera contra tormentas. Sin embargo, la intervención humana ha alterado drásticamente estos entornos naturales. 

La pérdida de estuarios es un problema global que requiere una respuesta coordinada a nivel internacional,al tomar medidas para proteger estos ecosistemas críticos, podemos garantizar un futuro sostenible tanto para el medio ambiente como para la economía mundial.

En los últimos 35 años, las presas y las actividades de recuperación de tierras han convertido en todo el mundo 1,027 kilómetros cuadrados de estuario, una superficie aproximadamente 17 veces mayor que la de Manhattan, en suelo urbano o campos de cultivo.

La mayor parte de esta conversión de tierras y la consiguiente pérdida de estuarios se ha producido en países en rápido desarrollo, según un nuevo estudio. Estas conclusiones resaltan la oportunidad de tomar medidas para proteger estos paisajes de importancia económica y ambiental.

Los estuarios son ecosistemas de humedales donde los ríos de agua dulce se encuentran con las aguas salinas de los océanos, sirviendo como vías de conexión entre la tierra y el mar. Proporcionan hábitat para la fauna y flora silvestres, retienen carbono y son puntos nodales para el transporte y la navegación.

Durante miles de años, los seres humanos han modificado los estuarios para adaptarlos a sus necesidades, pero ahora algunos países están enfrentando las consecuencias.

La degradación y pérdida de estuarios pueden provocar la disminución de la calidad del agua, la reducción y fragmentación de hábitats críticos, así como la pérdida de la protección costera contra las tormentas.

"El cambio en los estuarios es muy notable, especialmente en el siglo XX, debido a la alteración provocada por el ser humano a través de la construcción de presas y la recuperación de tierras", explica Guan-hong Lee, geocientífico de la Universidad de Inha (Corea del Sur), quien lideró el estudio.

Cuando los estuarios son modificados por el hombre, las consecuencias para la pérdida de tierras son sorprendentemente enormes".

Muchos países desarrollados, como Holanda y Alemania, ya han modificado o perdido grandes extensiones de estuarios urbanos. Estos países que han experimentado modificaciones significativas en sus estuarios podrían servir de advertencia para los países en desarrollo. Actuar pronto para conservar los estuarios representa una oportunidad para proteger los beneficios ambientales y económicos de los países en desarrollo, señala Lee.

El estudio, publicado en la revista Earth's Future de la AGU, la cual se enfoca en investigaciones interdisciplinarias sobre el pasado, presente y futuro de nuestro planeta y sus habitantes, destaca la pérdida de estuarios debido al avance urbano.

Utilizando datos de teledetección Landsat desde 1984 hasta 2019, los investigadores identificaron 2,396 estuarios en todo el mundo lo suficientemente grandes como para ser medidos con imágenes satelitales (aquellos con bocas más anchas de 90 metros, o 295 pies).

Casi la mitad (47%) de estos grandes estuarios se encuentran en Asia, e incluyen estuarios en todas las principales masas de tierra, excepto la Antártida y Groenlandia. También identificaron los cambios en el uso del suelo, como la conversión de tierras y la construcción de presas.

El equipo midió los cambios en la superficie de los estuarios y los comparó con los lugares donde se había producido recuperación de tierras y construcción de presas. Según el estudio, entre 1984 y 2019, los seres humanos convirtieron 1,027 kilómetros cuadrados (397 millas cuadradas o 250,000 acres) de estuario en tierras urbanas o agrícolas, en un proceso denominado recuperación de tierras. Esta recuperación de tierras, que puede incluir la desecación de terrenos y la adición de sedimentos para construir terrenos, representó el 20% de la pérdida total de estuarios.

A nivel mundial, los seres humanos han alterado el 44% de los estuarios con presas y/o recuperación de tierras, según el estudio.

Para estudiar la relación entre la pérdida o ganancia de estuarios y el desarrollo económico, los investigadores compararon la renta bruta per cápita de los países con la recuperación de tierras y la superficie de los estuarios. También analizaron mapas históricos de los países de ingresos altos para encontrar pruebas de alteraciones anteriores de los estuarios, e incluyeron 8 estudios de casos de pérdida de estuarios en países de ingresos bajos, medios y altos.

Durante el período estudiado, los países de ingresos medios perdieron la mayor cantidad de superficie de estuarios, y casi el 90% de la recuperación de tierras también ocurrió allí. "Cuando un país asciende a la categoría de ingresos medios, tiende a aumentar su desarrollo", explica Lee.

Por otro lado, los países de ingresos altos experimentaron una pérdida menor de superficie de estuarios durante el período estudiado. En la mayoría de los casos, esto se debe a que las alteraciones de los estuarios ocurrieron décadas antes, cuando estos países estaban en proceso de desarrollo y tenían ingresos medios. Actualmente, estos países están pasando de un enfoque de desarrollo a uno de conservación ambiental, intentando reparar el daño causado por la alteración de los estuarios.

Estos resultados resaltan las oportunidades que tienen los países en desarrollo para minimizar los efectos negativos ambientales y económicos de los estuarios degradados, al mismo tiempo que equilibran sus propias necesidades económicas y de desarrollo, concluye Lee.

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