México.- Con el objetivo de lograr una verdadera transición biocultural hacia un modelo de conservación sustentable que incluya el crecimiento económico y social, es indispensable retomar distintos elementos que son claves para lograr una política de participación integral de todos los sectores, que no se limite a la protección de los ecosistemas mediante políticas prohibicionistas y tampoco obedezca a intereses de mercado.
En ello coincidieron Horacio Bonfil Sánchez, director general de Gestión Forestal y de Suelos de la Semarnat; Ramón Silva Flores, coordinador general de Conservación y Restauración de Conafor, y Roberto Aviña Carlín, comisionado nacional de Áreas Naturales Protegidas, al participar en el segundo día del ciclo de videoconferencias organizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) con el tema: “Transición biocultural: nuevos enfoques para la conservación y otros modelos de gestión”.
Para Horacio Bonfil, el modelo de conservación en los últimos 30 años se concentró en darle un valor monetario y de mercado a los recursos naturales.
Pero hoy en día, la pandemia que vive el mundo por el COVID-19 nos hace reflexionar en que debemos acercarnos a los ecosistemas con otra visión, con respeto, porque el entorno natural no está ahí sólo para que el humano se beneficie, sino para aprender a convivir con las demás especies de este planeta.
El comisionado nacional de Áreas Naturales Protegidas señaló que actualmente se requiere fortalecer la aplicación de políticas ambientales con instrumentos legales fuertes para que las propuestas no queden sólo en lo administrativo.
A ello se suman iniciativas como el desarrollo de políticas públicas bajo los conceptos de biodiversidad y agricultura; biodiversidad y forestería; biodiversidad y turismo; y biodiversidad y pesquerías, planteadas en la XIII Conferencia de las Partes sobre Biodiversidad (COP13), celebrada en Cancún, y que señalan la necesidad de conjuntar las actividades productivas con las de conservación, pero que a veces se han traducido en acciones excluyentes bajo una política de “no tocar”.
Aviña Carlín admitió que las medidas prohibitivas pueden ayudar cuando está de por medio el riesgo de extinción de una especie, pero en otros casos se ha traducido en una limitante, como ha sucedido con los parques nacionales, donde se impide el aprovechamiento sustentable y el desarrollo de las comunidades que durante muchos años han trabajado de manera equilibrada y, sin embargo, ahora enfrentan problemas de tala ilegal.
Lo mismo ha ocurrido en áreas marinas, como la del Alto Golfo de California, donde el problema de la vaquita marina es consecuencia de la pesca ilegal de totoaba. Ahí se ha planteado la creación de Unidades de Manejo Ambiental (UMA) para el aprovechamiento del pez.
No obstante, las restricciones internacionales limitan ese tipo de producción, pese a que las leyes mexicanas, bajo el concepto de bioculturalidad, permite, fomenta y promueve la participación de los habitantes locales.
Ante estos hechos, subrayó el papel que juega el sector ambiental durante la presente administración federal, bajo la visión que impulsa el secretario Víctor M. Toledo, y que plantea que tenemos una sola salud, un solo planeta y una sola política ambiental.
De ahí la importancia de propiciar una participación integral, que incluya a todos los sectores, y no solo limitar la protección de los ecosistemas mediante políticas prohibicionistas o limitantes, porque “la conservación sin acción es pura conversación”.
En su intervención, Ramón Silva Flores, coordinador general de Conservación y Restauración de la Conafor, afirmó que para mejorar la eficiencia de los esquemas de conservación es necesario acelerar el paso de la transición de la conservación pasiva a la activa, con un enfoque de manejo integrado del territorio que induzca la protección, conservación y mejoramiento de los ecosistemas.
Para avanzar, consideró necesaria la participación de todos los actores involucrados, como las instituciones públicas comprometidas, los propietarios de los terrenos dentro y fuera de las áreas naturales, así como las organizaciones no gubernamentales.
“Dar su lugar a los propietarios y ayudar a fortalecer su capital social y mejorar su gobernanza son elementos clave en la definición de reglas y la distribución de beneficios” indicó.
Expuso la necesidad de hacer un diagnóstico actual y moderno de las ANP, lo cual permitirá realizar acciones con un enfoque de manejo integrado del territorio, reclasificar las áreas y planear adecuadamente la elaboración o actualización de los programas de manejo, así como procurar el incremento y evolución de las áreas destinadas voluntariamente a la conservación.
Además, señaló la importancia de que las instituciones que inciden en las ANP actúen de forma coordinada, sumen esfuerzos y recursos y hagan una sinergia que repercuta de manera significativa en los territorios.
De manera particular propuso incorporar una mayor superficie al manejo forestal, fortalecer el marco normativo y las acciones de vigilancia dentro de las ANP y sus zonas de amortiguamiento.
Ramón Silva finalizó su exposición con dos frases: “Si quieres acabar con un ecosistema, imponle una veda”, y “La mejor manera de conservar los recursos es a través de su manejo desarrollado por sus dueños”.
La Semarnat informó que este ciclo de videoconferencias se realizan del 22 de mayo al 6 de junio, de lunes a viernes, de 11:00 a 13:00 horas, en conmemoración del Día Internacional de la Diversidad Biológica y del Día Mundial del Medio Ambiente. Se pueden seguir a través del sitio web ofical y de las redes sociales de la Secretaría.
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