México.- México forma parte de los cinco países megadiversos del mundo. Posee entre el 10 y 12 por ciento de las especies biológicas del planeta, ocupa el primer lugar en reptiles, segundo en mamíferos, tercero en plantas, cuarto en anfibios y décimo en aves.
Alrededor del 50 por ciento de las plantas son endémicas, y una proporción similar en el caso de reptiles y anfibios
Para combatir el tráfico ilegal de vida silvestre, [2] la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realiza operativos de inspección y vigilancia en todos los eslabones de la cadena desde la extracción, transporte, acopio y comercialización.
En lo que va del año, la Profepa ha asegurado cerca de 11 mil productos de vida silvestre, de los cuales 109 son ejemplares de flora y 28 de fauna, algunos de ellos en alguna categoría de riesgo, de acuerdo con la NOM 059 [3].
Este año ha desplegado más de 84 operativos solo para tráfico ilegal de especies en distintos puntos del país y mantiene vigilancia constante en al menos 93 Áreas Naturales Protegidas.
También ha efectuado mil 687 inspecciones y verificaciones, así como 192 operativos de inspección y vigilancia en materia de recursos naturales.
Las especies más traficadas son monos, felinos, guacamayas, loros, reptiles, orquídeas y diversas especies marinas, cactáceas y maderas.
Uno de los recursos fundamentales ha sido la denuncia ciudadana, que ha permitido rescatar y liberar en su hábitat ejemplares de distintas especies entre aves, reptiles y mamíferos.
El territorio nacional es atractivo para el comercio ilícito de vida silvestre, por lo que la Profepa mantiene una colaboración a nivel internacional y participa en las operaciones organizadas por la Interpol y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
El marco legal vigente permite una mayor participación de la Profepa en la defensa de la flora y fauna silvestre, pues se le reconoce como representante legal de la sociedad para exigir la reparación de los daños ocasionados por conductas que afecten el medio ambiente.