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Consumo de textiles, hacia un modelo de economía circular

Consumo de textiles, hacia un modelo de economía circular

“El consumo de agua y el uso de materias primas primarias, ropa, calzado y textiles para el hogar representan la cuarta categoría de consumo más alta en la UE, después de alimentos, vivienda y transporte".

Bruselas.- El consumo de prendas de vestir, calzado y textiles en la Unión Europea es de 1.4 millones de toneladas cada año y más de 100 metros cúbicos de agua por persona, por lo que se necesita un cambio hacia la economía circular, informó la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA).

“El consumo de agua y el uso de materias primas primarias, ropa, calzado y textiles para el hogar representan la cuarta categoría de consumo más alta en la UE, después de alimentos, vivienda y transporte", refirió.

“El mismo grupo de productos causa la segunda mayor presión sobre el uso de la tierra (después de los alimentos), y también una cantidad considerable de contaminación química y del agua, incluidas las microfibras de plástico liberadas a través del lavado, así como diversos impactos sociales negativos”, refirió.

La AEMA, organismo de la Unión Europea cuya labor es ofrecer información sólida e independiente sobre el medio ambiente, estimó que “se necesita un cambio a gran escala hacia la economía circular en la producción y consumo de textiles para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de recursos y las presiones sobre la naturaleza”.

De acuerdo con un informe del Espacio Económico Europeo (EEE) los impactos ambientales y climáticos del consumo de productos textiles van desde ropa y calzado hasta alfombras y muebles en todo el bloque comunitario.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señaló en junio pasado que, dado que los consumidores exigen un cambio cada vez mayor, muchas empresas reconocen los problemas y parecen ansiosas por considerar la sostenibilidad como el nuevo "negocio".

De acuerdo con las marcas, los productores, los fabricantes de textiles y los minoristas están buscando formas de limpiar su industria y reducir el impacto social, económico y ambiental negativo de la moda, anotó el PNUMA.

El reporte de AEMA titulado “Textiles en la economía circular de Europa” señaló que “la producción y el manejo de ropa, calzado y textiles para el hogar que se vendieron en la UE en 2017 utilizaron aproximadamente 1.3 toneladas de materias primas primarias y 104 metros cúbicos de agua por persona de la UE”.

Explicó que un 85 por ciento de estos materiales y el 92 por ciento del agua se utilizaron en otras regiones del mundo.

El informe del EEE señaló que la producción de ropa, calzado y textiles para el hogar causó 654 kilos de emisiones equivalentes de dióxido de carbono (CO2) per cápita de la UE, lo que convierte a los textiles en la quinta fuente más grande de esas emisiones relacionadas con el consumo privado.

“Las políticas y principios de la economía circular, como el diseño ecológico y la reutilización, tienen el potencial de mitigar los impactos ambientales y climáticos de la producción y el consumo de textiles”, apuntó el informe.

Explicó que “las políticas actuales de la UE requieren que los Estados miembros recolecten textiles por separado para 2025 y garanticen que los desechos recolectados por separado no sean incinerados ni depositados en vertederos”.

Reconoció que se necesitan políticas de producción y productos sostenibles, diseño ecológico y estándares de durabilidad, contratación pública ecológica, materiales seguros y sostenibles, prevención de desecho, entre otras acciones.

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