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Pez diablo, la especie exótica invasora perfecta

Pez diablo, la especie exótica invasora perfecta

El pez diablo es conocido como la especie exótica invasora perfecta, debido a su morfología, fisiología y comportamiento, además de tener una alta capacidad adaptativa.

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Pez Diablo
Pez diablo. Conanp/ APRN Don Martín

México.- El cambio climático facilita la entrada y dispersión de las especies exóticas invasoras a los ecosistemas naturales, pues las precipitaciones anormales pueden provocar inundaciones que interconectan cuerpos de agua independientes, provocando el escape de animales exóticos, indica la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

Además, las altas o bajas temperaturas pueden representar riesgos para las especies nativas, pero no para las especies exóticas invasoras, pues éstas tienen una alta capacidad adaptativa, lo que provoca extinciones o alteraciones en la distribución de las especies locales y deteriora los servicios ambientales en los ecosistemas.

Esto perjudica a las actividades productivas y afecta la resiliencia de las Áreas Naturales Protegidas, lo que causa efectos negativos en la economía de la sociedad.

Ejemplo de ello es el pez diablo o plecos, detectado hace 25 años por primera vez en México, en el río Mezcala (cuenca del río Balsas). Posteriormente, se registró en la cuenca del río Grijalva, en Chiapas (municipio de Tecpatán), en varias localidades cercanas a Villahermosa (Tabasco), principalmente en el río Usumacinta y sus vertientes, así como en la presa Infiernillo y en el río Balsas.

La invasión de esta especie se ha caracterizado por su alta tasa de dispersión y por la significativa proliferación de sus poblaciones, lo que ha provocado una súbita abundancia de organismos juveniles en los cuerpos de agua.

El pez diablo es conocido como la especie exótica invasora perfecta, debido a las diversas particularidades de su morfología, fisiología y su comportamiento, que acentúan su potencial invasivo, desde su reproducción anual con una alta tasa de supervivencia debido al cuidado parental, hasta su comportamiento de anidación con hábitos nocturnos que los hace imperceptibles.

Por otro lado, la presencia de escamas con espinas y placas óseas en la especie forma una coraza rígida, que provoca que tenga muy pocos depredadores.

Durante los últimos tres años, el pez diablo se ha expandido con rapidez en México y actualmente es común encontrarlos en las cuencas hidrológicas más grandes del país, incluida la cuenca Don Martín, del Área de Protección de Recursos Naturales Cuenca Alimentadora del Distrito Nacional de Riego 004 Don Martín, ubicada en el Estado de Coahuila.

Esta especie es una amenaza latente para el área natural protegida, debido a que se ha detectado su presencia en la zona de influencia, justo debajo de la cortina de la Presa Venustiano Carranza (Presa Don Martín).

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Pez Diablo
Pesca de pez diablo. Conanp/ APRN Don Martín

Impactos en los ecosistemas y en la economía

En la actualidad, el APRN CADNR 004 Don Martín alberga una riqueza de especies de peces dulceacuícolas de gran importancia ecosistémica, comercial y deportiva, como la lobina negra, la perca plateada, la tilapia azul, el gauaycon de nadadores, la cuchilla matalote blanco, la lobina, el robalo, bagres, mojarras, carpas y sardinas.

Los plecos depredan huevos de estas especies y compiten con ellas por algas y detritos, desplazándolas a otros sitios y afectando además a anfibios, crustáceos y macroinvertebrados, algunos de los cuales son endémicos de la región.

Los hábitos alimenticios del pez diablo, provocan el movimiento y suspensión de sedimentos, lo que modifica el tamaño y distribución de las partículas del fondo de los cuerpos de agua. Su presencia ocasiona que las comunidades de algas cambien su composición: de algas verdes a algas verdiazules, las cuales son tóxicas para algunas especies de invertebrados y vertebrados.

Los cardúmenes de esta especie provocan daños en la vegetación nativa de los sitios, la cual es fuente de alimento, además de servir como nido o refugio para algunas especies endémicas.

Los efectos que ocasionados por el pez diablo en los ecosistemas, provocan que las actividades productivas, como la pesquería, sean poco rentables, al superar el número de individuos de especies comerciales de interés.

Ejemplo de ello es el daño que ocasionó en la presa El Infiernillo, ubicada en el estado de Michoacán, en donde provocó pérdidas aproximadas de 36 millones de pesos anuales y un costo social importante, al dejar desempleados o subempleados a 3 mil 600 pescadores, que sumado a sus familiares dan un total de 46 mil personas afectadas.

La Conanp informó que para contribuir al monitoreo y control del pez diablo impulsan la estrategia “Restauración y uso sustentable de los recursos naturales riparios”, bajo la línea de acción “Programa de control y monitoreo de especies exóticas” y mediante el Programa de Adaptación al Cambio Climático del Complejo Cuenca Don Martín.

El desarrollo e implementación de este programa es realizado a través del proyecto Resiliencia, el cual es ejecutado por la Conanp, implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial.

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