El ozono (O3) suele estar presente en ambientes urbanos y suburbanos, es un gas altamente reactivo que se forma cuando los contaminantes reaccionan a la luz solar. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el límite de calidad del aire fluctúa entre 100 microgramos por metro cúbico de aire ambiente.
Se estima que el 80 por ciento de la población mundial que vive en zonas urbanas está expuesta a niveles de contaminación del aire por encima del límite establecido por la OMS.
De acuerdo con estudio publicado en la revista British Medical Journal, la exposición diaria a la contaminación por ozono en varias ciudades está relacionada con un mayor riesgo de muerte, informó el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, que también participó en el equipo de trabajo.
“Los científicos, coordinados por un equipo del London School of Hygiene and Tropical Medicine (Reino Unido), han analizado la mortalidad diaria, el clima y los contaminantes presentes en el aire en 406 ciudades de 20 países de todo el mundo entre 1985 y 2015, incluyendo datos de 48 capitales de provincia de España”, indica la institución en su portal informativo.
Señaló que si las naciones estudiadas hubiesen ejecutado esquemas de calidad del aire más estrictos y guiado bajo los estándares de la OMS se habrían evitado 6 mil muertes cada año.
El CSIC indica que “un aumento de 10 microgramos por metro cúbico de ozono durante el día actual y el anterior se asoció con un aumento del riesgo de muerte del 0.18 por ciento”.
“Este hallazgo refuerza la evidencia de una posible asociación directa y equivale a 6 mil 262 muertes adicionales cada año o el 0.2 por ciento de la mortalidad total en las ciudades estudiadas”, agrega.
El ozono es un oxidante potente y puede afectar distintas estructuras del sistema respiratorio y membranas celulares. La exposición a este contaminante es más riesgoso para niños, adultos mayores y personas con asma y quien realiza actividades al aire libre.
Algunos de los síntomas que se presentan al respirar ozono pueden ser irritación de la garganta, inflamación de las vías respiratorias, dolor de pecho, tos. La exposición a este contaminante puede empeorar los casos de enfisema, bronquitis y asma, así como reducir la función pulmonar y dañar el tejido de los pulmones.
Estos efectos incrementan la susceptibilidad a infecciones respiratorias, los ataques asmáticos y síntomas respiratorios pueden incrementar en las personas con asma expuestas todos los días al ozono, asimismo este contaminante favorece la susceptibilidad del organismo a los alérgenos y reduce la capacidad del sistema inmunológico para defenderse de las infecciones bacterianas.
Dependiendo de la concentración, duración y patrones de la exposición al ozono es el daño que sufre el tracto respiratorio.
Las fuentes antropogénicas más importantes de precursores de ozono son las emisiones vehiculares, las emisiones industriales y los solventes químicos. En México, por ejemplo, el gas LP es una fuente importante de contaminación del aire, ya que contiene aditivos altamente reactivos que contribuyen a formar ozono.
A pesar de que estos precursores se originan en áreas urbanas, pueden ser arrastrados por los vientos a lo largo de varios kilómetros provocando incrementos en la concentración de ozono en regiones menos pobladas.
De acuerdo con el documento “Estrategias integradas en contaminantes climáticos de vida corta para mejorar la calidad del aire y reducir el impacto al cambio climático”, las zonas metropolitanas del Valle de México y de Toluca son las principales emisoras, seguidas por las de Monterrey, Guadalajara y Tijuana.
Según el documento, la formación de ozono en México se da principalmente en las zonas con niveles altos de radiación y emisiones de óxidos de nitrógeno y de emisiones de COV, para un reducción de compuestos orgánicos volátiles la ruta de implementación propuesta deberá ser establecida a partir de los datos del monitoreo atmosférico de ozono en el ámbito nacional y priorizar en aquellas zonas con problemas de altas concentraciones.