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¿Qué podemos hacer para lograr un aire limpio para todas las personas?

¿Qué podemos hacer para lograr un aire limpio para todas las personas?

“El aire que compartimos” es el lema de este año para celebrar Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul y nos recuerda que la contaminación del aire es prevenible y es necesario construir una comunidad mundial de acción y cooperación.

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Teleférico
Yuhan Du

El mundo celebra hoy el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul bajo el tema “El aire que compartimos”, que se centra en la naturaleza transfronteriza de la contaminación atmosférica, este día fue designado el 7 de septiembre por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2019.

Este Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul tiene como objetivo construir una comunidad mundial de acción que aliente a los países a cooperar para hacer frente a la contaminación del aire y garantizar un aire limpio para todas las personas.

Ello obedece al creciente interés de la comunidad internacional por el aire limpio y pone de relieve la necesidad de redoblar los esfuerzos para mejorar la calidad del aire a fin de proteger la salud humana.

Si bien no se suele poder ver la contaminación del aire, es seguro que está en todas partes. La contaminación del aire provoca aproximadamente 7 millones de muertes prematuras al año, lo que la convierte en el mayor riesgo ambiental para la salud humana y una de las principales causas evitables de mortalidad y morbilidad a nivel mundial.

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la contaminación atmosférica afecta de manera desproporcionada a los menores de edad y a las personas mayores, además de tener un impacto negativo en los ecosistemas. Muchos contaminantes atmosféricos contribuyen directamente a la crisis climática, por lo tanto, la mejora de la calidad del aire puede mejorar la mitigación del cambio climático.

Asimismo, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible reconoce que la reducción de la contaminación atmosférica es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En lo que respecta a los países de bajo y mediano ingreso, el 98% de sus ciudades que albergan más de 100 mil habitantes no cumple con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en materia de la calidad del aire.

La buena noticia es que luchar por un mundo sin contaminación del aire puede beneficiar a la economía mundial, la salud de los seres humanos y el clima.

¿Qué se puede hacer?

De acuerdo con el PNUMA, la contaminación del aire es prevenible, pero es necesario que todas las personas actúen: individuos, empresas privadas y gobiernos.

La comunidad internacional puede aunar esfuerzos para desarrollar un enfoque global de la contaminación del aire, así como integrar las acciones de contaminación atmosférica con las acciones de mitigación del cambio climático.

La contaminación del aire es un problema de desarrollo que afecta de manera desproporcionada a la mayoría de las personas de bajo ingreso del mundo, lcomunidad internacional puede realizar las siguientes acciones :

  • Ayudando a los gobiernos nacionales a mejorar su capacidad para planificar y aplicar reducciones de emisiones y supervisar los progresos en la reducción de la contaminación del aire.
  • Dirigiendo la inversión hacia la generación de electricidad renovable y más limpia, sin involucrar la electricidad basada en combustibles fósiles, para permitir una movilidad eléctrica más limpia, satisfacer la mayor demanda de refrigeración, electrodomésticos y cocina limpia.
  • Apoyando a los países en vías de desarrollo para que dejen de utilizar combustibles contaminantes para obtener energía y reemplacen la biomasa para cocinar.
  • Reduciendo las emisiones de metano, lo que permitiría reducir la contaminación por ozono y sus impactos en la salud, la productividad de los cultivos y el crecimiento forestal.

Los gobiernos y las personas encargadas de formular políticas tienen un importante papel que desempeñar en la protección de sus ciudadanos mediante cambios estructurales que mejoren la calidad del aire. Gobiernos y el funcionariado pueden invertir en procesos que conduzcan a una mejor planificación para reducir la contaminación del aire y crear la capacidad necesaria para suministrar aire limpio.

Las políticas en favor del medio ambiente pueden crear un entorno propicio que impulse la tecnología limpia y las empresas. Entre las posibles medidas figuran las siguientes:

  • Mejorar la vigilancia de la calidad del aire y elaborar inventarios de emisiones y escenarios de mitigación.
  • Repensar las ciudades para reducir la demanda de transporte y proporcionar sistemas de transporte sostenibles y limpios, pasar a la movilidad electrónica y fomentar el desplazamiento a pie y en bicicleta, lo cual de por sí mejora la salud de la población.
  • Poner fin a los subsidios a los combustibles fósiles e invertir en nuevas infraestructuras de combustibles fósiles, y en su lugar utilizar ese dinero para reducir las fuentes de contaminación del aire e invertir en soluciones energéticas más limpias.
  • Reemplazar la cocina, la calefacción y la iluminación que utilizan biomasa y otros combustibles contaminantes por inversiones en alternativas más limpias.

El sector privado puede impulsar cambios rápidos y beneficiarse económicamente al proponer soluciones. En los últimos 10 años, por ejemplo, hemos visto un giro global en el interés por los vehículos eléctricos gracias a la innovación y al respaldo gubernamental.

Los consumidores exigen productos más respetuosos con el medio ambiente y las empresas privadas pueden ayudar de la sieguiente manera:

  • Brindando seguimiento a los contaminantes atmosféricos y gases de efecto invernadero de instalaciones y cadenas de suministro para reducir sus emisiones.
  • Invirtiendo y promoviendo productos, soluciones y tecnologías que reduzcan las emisiones de carbono y la contaminación.
  • Utilizando materiales reciclados y reciclables en productos y envases, reduciendo los residuos de los ciclos de producción, avanzando hacia las fuentes de energía renovables y optando por un transporte eficiente desde el punto de vista energético.
  • Creando redes con empresas que compartan los mismos objetivos para promover ideas empresariales sostenibles desde el punto de vista ecológico, económico y social en favor de la reducción de la contaminación del aire.

Asimismo, a nivel individual es posible actuar en nuestra vida cotidiana para marcar la diferencia. Desde desplazarse en bicileta hasta el trabajo, reciclar basura no orgánica y compostar los residuos orgánicos, hasta ejercer presión a las autoridades locales con instrumentos jurídicos para mejorar los espacios verdes en nuestras ciudades. Aquí algunas ideas:

  • Anime y apoye al gobierno de su región y a las empresas locales a tomar medidas para mejorar la calidad del aire.
  • Ahorre energía, apague las luces y los dispositivos electrónicos cuando no esté en uso, use electrodomésticos con certificados de alta eficiencia energética en su hogar. Esto reducirá las emisiones contaminantes y le ahorrará dinero.
  • Compruebe las certificaciones de eficiencia de los sistemas de calefacción en su hogar y de su estufa a fin de procurar usar aquellos que utilicen combustibles y las tecnologías que reducen las emisiones y protegen la salud.

¿Por qué es necesario enfrentar la contaminación del aire?

La contaminación del aire proviene de diversas fuentes, tales como: desde las estufas de nuestras cocinas y las lámparas de queroseno hasta las plantas energéticas basadas en quema de carbón, las emisiones de los vehículos, los hornos industriales, los incendios forestales y las tormentas de polvo y arena. En particular, este problema se agudiza en las zonas urbanas, especialmente en África y Asia.

Para el desarrollo sostenible, la mala calidad del aire plantea un problema en todos los países, en particular en las ciudades y las zonas urbanas de los países en desarrollo, donde los niveles de contaminación atmosférica son superiores a los límites establecidos en las directrices sobre calidad del aire de la OMS.

Los contaminantes atmosféricos causan una de cada tres muertes por: accidente cerebrovascular, enfermedad respiratoria crónica y cáncer de pulmón, así como una de cada cuatro muertes por infarto. Y si esto fuera poco, la contaminación del aire también altera nuestro clima, lo que conlleva graves efectos nocivos en la salud del planeta,  indica el PNUMA.

La contaminación significa elevados costos para la economía, la productividad laboral, la atención sanitaria y el turismo, entre otros rubros, motivos más que suficientes para justificar cualquier inversión en controlar y combatir la contaminación, sobre todo si hay soluciones eficaces para lograrlo.

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