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Las contaminación del aire podría causar una menor eficacia de las vacunas contra COVID

Las contaminación del aire podría causar una menor eficacia de las vacunas contra COVID

Los resultados de un estudio respaldan la necesidad de imponer límites más estrictos de contaminación atmosférica para proteger la salud pública, mejorar la respuesta inmunitaria a las vacunas y reducir el riesgo de enfermedades graves.

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Unsplash

Un estudio dirigido por el Instituto español de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y publicado en la revista Environmental Health Perspective muestra que las personas expuestas a niveles elevados de contaminación atmosférica por partículas PM2.5, dióxido de nitrógeno (NO2) y carbono negro (hollín) antes de la pandemia tuvieron una reducción de entre el 5 y el 10 % en la respuesta de anticuerpos tras ponerse las vacunas anticovid.

Lo anterior supone una nueva evidencia sobre los efectos adversos de la contaminación atmosférica en el sistema inmunitario.

El investigador de ISGlobal Manolis Kogevinas y su equipo demostraron previamente una asociación entre la exposición a la contaminación atmosférica antes de la pandemia y un mayor riesgo de enfermar gravemente por COVID-19. En este estudio, los investigadores analizaron los datos de 927 voluntarios de la cohorte 'Genomes for Life' (GCAT) y midieron los anticuerpos IgM, IgG e IgA frente a cinco antígenos víricos (tres de ellos en la proteína Spike contenida en la vacuna).

Los resultados muestran que, en personas no infectadas por SARS-CoV-2, la exposición prepandémica a PM2.5, NO2 y hollín se asoció con una reducción de entre el 5% y 10% en los niveles de anticuerpos anti-Spike inducidos por la vacuna. Esta disminución se observó tanto para las respuestas tempranas (IgM) como para las respuestas tardías (IgG). Además, el pico de anticuerpos IgG tras la primera dosis fue más tarde en los participantes expuestos a mayor contaminación atmosférica, y los niveles reducidos de IgG persistieron durante varios meses después de la vacunación, con resultados similares para las tres vacunas de las tres marcas.

La contaminación atmosférica puede provocar una inflamación crónica que se ha asociado a un efecto negativo sobre la eficacia de las vacunas. "Nuestros hallazgos coinciden con estudios que muestran que los contaminantes orgánicos persistentes reducen la respuesta a las vacunas en la población infantil", añadieron las investigadoras del ISGlobal Carlota Dobaño y Cathryn Tonne.

El estudio no analizó si la menor respuesta a la vacuna conllevaba un mayor riesgo de infecciones posteriores o una mayor gravedad de estas infecciones. Sin embargo, los hallazgos se suman al creciente conjunto de pruebas sobre los efectos adversos de la contaminación atmosférica, incluso a los niveles relativamente bajos observados en Europa occidental. Esto subraya la necesidad de imponer límites más estrictos de contaminación atmosférica, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este estudio destaca la importancia de reducir la exposición a la contaminación atmosférica para mejorar la respuesta inmunitaria a las vacunas y reducir el riesgo de enfermedades graves. Los resultados respaldan la necesidad de imponer límites más estrictos de contaminación atmosférica para proteger la salud pública.

Temas relacionados: Salud Contaminación del aire COVID-19
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