Un estudio publicado en Science advierte que las sequías repentinas, que se intensifican en cuestión de semanas, se han vuelto más frecuentes en el 74% de las 33 regiones del planeta desde finales de la década de 1950.
Debido al cambio climático provocado por el ser humano, estas sequías son cada vez más comunes en áreas como el norte y este de Asia, el Sáhara y Europa, y se espera que esta tendencia se acelere en un futuro más cálido.
Estas sequías son causadas por la escasez de precipitaciones y la elevada evapotranspiración, lo que agota rápidamente el agua del suelo y puede convertirse en graves en pocas semanas, dañando la vegetación y los ecosistemas y desencadenando olas de calor e incendios forestales.
Según el estudio, la transición a sequías repentinas es más notable en el este y norte de Asia, Europa, el Sáhara y la costa oeste de Sudamérica.
Los modelos muestran que los escenarios con mayores emisiones conducirían a un mayor riesgo de sequías repentinas de aparición más rápida, lo que plantea un gran reto para la adaptación climática.
Además, la transición a las sequías repentinas puede tener efectos irreversibles en los ecosistemas, ya que podrían no tener tiempo suficiente para adaptarse a una falta repentina de agua y a un calor extremo.
Los autores del estudio advierten de que es difícil prever estas sequías, ya que los métodos actuales utilizan escalas temporales más largas.
Se necesitan nuevos enfoques para alertar con antelación de las sequías repentinas, así como una mejor comprensión de cómo se verán afectados los ecosistemas naturales y los seres humanos.
En el caso de México, la sequía ha sido un problema recurrente en diversas regiones del país, y se ha intensificado en los últimos años debido a factores como el cambio climático, la deforestación, el uso excesivo de agua y la sobreexplotación de los recursos naturales.
De acuerdo con el Monitor de Sequía de México, en abril de 2021, más del 85% del territorio nacional presentaba algún grado de sequía, y en algunos estados como Chihuahua, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí, la sequía era calificada como excepcional, el nivel más alto en la escala de sequía.
Las sequías repentinas también son un problema en México, especialmente en regiones como el norte y noreste del país, donde la escasez de lluvias y el aumento de las temperaturas han provocado una mayor frecuencia e intensidad de los fenómenos de sequía.
Los impactos de la sequía en México son diversos y van desde la pérdida de cultivos y la disminución de la producción agropecuaria, hasta la afectación de la salud humana y la disminución de la calidad de vida de las comunidades que dependen del agua para sus actividades diarias.
En este contexto, se han implementado diversas medidas y estrategias para enfrentar la sequía en México, como la construcción de presas y sistemas de riego, la promoción de prácticas agrícolas y ganaderas más sustentables, la implementación de programas de conservación de los recursos naturales y la educación y sensibilización de la población sobre el uso eficiente del agua y la importancia de la adaptación al cambio climático.