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Las rocas volcánicas podrían mejorar el suelo de los cultivos y absorber CO2

Las rocas volcánicas podrían mejorar el suelo de los cultivos y absorber CO2

Añadir rocas volcánicas trituradas a los campos de cultivo puede mejorar el suelo y absorber dióxido de carbono. La "plantación" estas rocas en los cultivos agrícolas, junto con la reducción de emisiones, podría ayudar a cumplir el objetivo clave de eliminación de carbono.

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Jed Owen

Washington - Los agricultores de todo el mundo podrían ayudar al planeta a alcanzar un objetivo clave de eliminación de carbono fijado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) mezclando rocas volcánicas trituradas en sus campos, según informa un nuevo estudio, publicado en Earth's Future, la revista de la AGU.

El estudio también destaca los trópicos húmedos y cálidos como los lugares más prometedores para esta estrategia de intervención climática.

El estudio proporciona una de las primeras estimaciones globales de la reducción potencial de dióxido de carbono derivada de la aplicación de basalto en campos agrícolas de todo el mundo.

Este tipo de intervención climática se denomina meteorización mejorada de las rocas. Aprovecha el proceso de meteorización, que secuestra de forma natural el dióxido de carbono en los minerales carbonatados. La idea es sencilla: acelerar la meteorización de forma que también beneficie a las personas. Si se utiliza paralelamente a la reducción de emisiones, puede ayudar a frenar el ritmo del cambio climático.

Y, según los autores del estudio, puede ser una apuesta más segura que otros métodos de reducción del carbono.

"El aumento de la meteorización de las rocas plantea menos riesgos que otras intervenciones climáticas", afirma S. Hun Baek, científico del clima de la Universidad de Yale que dirigió el estudio. "También proporciona algunos beneficios clave, como rejuvenecer los suelos agotados y contrarrestar la acidificación de los océanos, que pueden hacerla más deseable socialmente".

El nuevo estudio explora el potencial de aplicar basalto triturado, una roca de rápida meteorización que se forma al enfriarse la lava, a los campos agrícolas de todo el mundo y destaca qué regiones pueden descomponer las rocas con mayor eficacia.

"Aquí hay un potencial tremendo", afirma Noah Planavsky, geoquímico de la Universidad de Yale coautor del estudio. "Aunque aún nos quedan cosas por aprender desde el punto de vista de la ciencia básica, es prometedor, y tenemos que centrarnos en lo que podemos hacer desde las perspectivas del mercado y las finanzas".

En un estudio anterior se utilizó un método distinto de cálculo de la eliminación de dióxido de carbono para estimar la reducción de carbono para el año 2050, pero los investigadores querían mirar más allá de las fronteras de los países y más lejos en el futuro.

Los investigadores utilizaron un nuevo modelo biogeoquímico para simular cómo la aplicación de basalto triturado a las tierras de cultivo de todo el mundo reduciría el dióxido de carbono, comprobar la sensibilidad de la meteorización mejorada de las rocas al clima y determinar las zonas en las que el método podría ser más eficaz.

El nuevo modelo simuló la meteorización mejorada de rocas en 1,000 terrenos agrícolas de todo el mundo en dos escenarios de emisiones entre 2006 y 2080. Los investigadores descubrieron que, en el periodo de estudio de 75 años, esas zonas agrícolas absorberían 64 gigatoneladas de dióxido de carbono.

Extrapolando esa cifra a todos los campos agrícolas, lo que representa la aplicación potencial total de esta estrategia en el mundo, podrían secuestrarse hasta 217 gigatoneladas de carbono en ese periodo de tiempo.

"Según el último informe del IPCC, además de reducir drásticamente las emisiones, para 2100 tendremos que eliminar entre 100 y 1,000 gigatoneladas de carbono para evitar que la temperatura mundial aumente más de un grado y medio", explica Baek.

"Si ampliamos la escala a las tierras de cultivo de todo el mundo, las estimaciones de eliminación de carbono que hemos hallado son aproximadamente comparables al extremo inferior de esa horquilla necesaria para tener posibilidades de alcanzar esos objetivos climáticos".

Dado que la meteorización avanza más rápidamente en ambientes cálidos y húmedos, la mejora de la meteorización de las rocas funcionaría más rápidamente en las regiones tropicales que en latitudes más altas, destaca el estudio.

Los agricultores y las empresas que deseen invertir en soluciones para la reducción del carbono pueden tomar decisiones rentables y eficientes desde el punto de vista del carbono si se centran en la aplicación de basalto en campos tropicales.

El modelo reveló otro resultado prometedor: La meteorización mejorada de las rocas funciona igual de bien, incluso un poco mejor, a temperaturas más cálidas. Otros métodos de reducción del carbono, como los que se basan en el almacenamiento de carbono orgánico en el suelo, pierden eficacia con el calentamiento continuo.

"El aumento de la meteorización de las rocas es sorprendentemente resistente al cambio climático", afirma Baek. "Nuestros resultados demuestran que es relativamente insensible al cambio climático y que funciona más o menos igual en escenarios de calentamiento global moderado y grave. Esto nos da confianza en su potencial como estrategia a largo plazo".

Los agricultores ya aplican millones de toneladas de piedra caliza (una roca de carbonato cálcico que puede ser fuente o sumidero de carbono) a sus campos para aportar nutrientes y controlar la acidez del suelo, por lo que cambiar gradualmente el tipo de roca podría suponer una transición suave hacia la aplicación de la meteorización mejorada de rocas a escala, dijo Planavsky.

La meteorización mejorada de rocas se ha aplicado a pequeña escala en explotaciones de todo el mundo. El siguiente paso es trabajar para conseguir una "aplicación realista", dijo Planavsky.

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