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Con la construcción de ciudades, acabamos con nuestro propio hábitat natural

Con la construcción de ciudades, acabamos con nuestro propio hábitat natural

“Muchas personas piensan que tener calles pavimentadas y rascacielos es signo de que vamos progresando, sin darse cuenta de que destruir ambientes naturales también afecta la disponibilidad de recursos y otros servicios ecosistémicos que nos brindan estos ambientes”.

Uno de los desafíos más importantes para México es el abasto de agua potable ya que cada vez se contamina más o no es tratada de manera adecuada, razón por la cual “necesitamos cambiar nuestra cultura y formas en las que usamos y extraemos el vital líquido para que en el futuro no suframos desabasto”, aseguró la doctora Karla Pelz Serrano, investigadora de la Unidad Lerma de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En el marco del Día Mundial del Hábitat, celebrado el 2 de octubre con el tema “Economías urbanas resilientes”, sostuvo que esta será una problemática todavía mayor en el futuro cercano, dado que ahora empiezan a tener falta de agua durante grandes temporadas regiones del país como Iztapalapa, los estados de México, Querétaro y entidades del norte.

Por tanto, es fundamental definir cómo tratar las aguas grises y negras, de manera tal que no contaminen los pocos afluentes existentes, de por sí afectados “por la manera cómo hicieron nuestras ciudades, donde se mezclan los desagües con los ríos y arroyos, situación que debería llevar a una reestructuración importante”.

La coordinadora de Enlace Académico de la citada sede señaló en entrevista que al construir las urbes también se han destruido los entornos naturales, “no sólo para otras especies, sino para nosotros mismos, lo que nos priva del derecho a un ambiente sano, dado que en las metrópolis escasean las áreas verdes y el agua está contaminada, lo que repercute en nuestra salud y bienestar”, como lo señala la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Además de malas planeaciones en los grandes asentamientos, muchas personas piensan que tener calles pavimentadas y rascacielos es signo de que vamos progresando, sin darse cuenta de que destruir ambientes naturales también afecta la disponibilidad de recursos y otros servicios ecosistémicos que nos brindan estos ambientes”.

Todo ello es contrario a los ambientes resilientes que buscan una planeación urbana distinta que pugne por mayores espacios verdes, evitar la contaminación de los mantos acuíferos que dotan de agua potable, así como tratar de hacer huertos urbanos en donde podamos cultivar nuestros alimentos.

La profesora reconoció que si bien, “ya no podemos rescatar los entornos naturales que teníamos antes, es posible generar ambientes sanos para que nuestras urbes se puedan transformar con hábitos que a futuro nos permitan también ser resilientes, para dejar de seguir afectando los ecosistemas.

A manera de ejemplo, la construcción de grandes edificios tiene impacto en algunas especies de aves y otros organismos, sobre todo aquellos construidos con cristales que reflejan el cielo, sostuvo la especialista en recuperación y restauración de espacio, hábitats y educación ambiental.

Contrario a México, en otros países está prohibida la construcción de inmuebles que rebasen cierto número de pisos y el uso de ciertos materiales.

Por tanto, “como humanos tendríamos que contribuir a restaurar entornos para otras especies, lo que a la vez nos ayuda a reconquistar el nuestro y a mejorar la calidad de vida de todos”.

El Día Mundial del Hábitat y el del Agua “deberían ser fechas que además de celebrarse diariamente sirvan para conmemorar que aún tenemos el líquido vital y ciertos ambientes naturales, y en la Unidad Lerma tratamos de recobrar aquellos espacios verdes que nos quedan, por lo que seguiremos monitoreando la fauna y flora del lugar”.

Estos esfuerzos deben hacerse a diario y no un sólo día. “Cada quién desde su casa puede ayudar con la separación correcta de los residuos sólidos, ahorrar el agua de las regaderas, poner una maceta con alguna planta que contribuya en la alimentación”, finalizó Pelz Serrano.

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