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El bienestar social no es posible con un planeta herido: Julia Carabias

El bienestar social no es posible con un planeta herido: Julia Carabias

Julia Carabias Lillo advirtió que el bienestar social no puede darse con “un planeta herido, degradado”, sin asumir que los espacios y recursos naturales son finitos, que los procesos naturales que soportan la vida en el planeta están siendo profundamente alterados.

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Julia Carabias Lillo
Julia Carabias Lillo. DGCS de la UNAM

México.- “Inquilinos provisionales del planeta, podemos acabar con él”, fueron las palabras con las que definió el escritor Juan Villoro, presidente en turno de El Colegio Nacional, la relación que mantienen las poblaciones contemporáneas con la Tierra, de ahí que de los más diversos rincones haya surgido un reclamo, dijo, que no puede posponerse: salvar el mundo.

“Al respecto, los pueblos originarios de México tienen algo fundamental que decir: tanto en sus cosmogonías, como en su práctica actual en defensa de los territorios, las comunidades indígenas recuerdan que la Tierra precede al ser humano y puede existir sin él”, afirmó el colegiado y presidente en turno, al iniciar el 5.º Encuentro Libertad por el Saber ¿Cuál desarrollo para un planeta sustentable? transmitido en vivo el 18 de octubre.

A unos días del fallecimiento del Premio Nobel de Química, Mario Molina, el escritor recordó al científico que recibió el galardón junto con el mexicano, Paul Crutzen, quien ha propuesto que nuestra era geológica sea rebautizada como antropoceno “para aludir al pernicioso papel del ser humano en la naturaleza”.

La colegiada Julia Carabias Lillo, co-coordinadora del encuentro, advirtió que el bienestar social no puede darse con “un planeta herido, degradado”, sin asumir que los espacios y recursos naturales son finitos, que los procesos naturales que soportan la vida en el planeta están siendo profundamente alterados: “cambio climático y pérdida de la biodiversidad son de las manifestaciones más evidentes, pero no son las únicas”.

“No obstante esta certeza científica, muchas naciones la niegan y otras la desprecian, la ignoran y no forma parte de sus agendas en el desarrollo de sus naciones. Otras han hecho esfuerzos muy importantes, incluso ahora, para encontrar una ruta diferente hacia la sustentabilidad y recuperar a un planeta saludable”, reconoció la integrante de El Colegio Nacional, antes de hacer un resumen de las actividades que se van a desarrollar hasta el 24 de octubre, como parte del 5.º Encuentro Libertad por el Saber.

En su oportunidad, el también colegiado Julio Frenk, co-coordinador del encuentro, recordó que “a principios de 2020 estábamos ante un panorama que se antojaba muy distinto al que está viviendo el mundo entero: lo que dominaba mucho de la discusión internacional era que estaba programado para ser un año crucial para el multilateralismo y la cooperación internacional”.

“Venía precedido de un preocupante resurgimiento en muchas partes del mundo, de un discurso xenófobo, nacionalista, explícitamente anti global. Y eso lo hacía particularmente importante en sí mismo, porque 2020 ofrecía esa oportunidad a partir de una serie de efemérides emblemáticas, como el 75 aniversario de la ONU”.

Pero en esas mismas semanas se dio a conocer la aparición del virus que hoy nos tiene en emergencia, la pandemia “más peligrosa, más extensa, más devastadora del último siglo”, lo que vino a alterar todos los proyectos, si bien la urgencia de la agenda que se planteó a principios de año no ha disminuido, por el contrario, porque ha hecho más profunda la interdependencia global y la fragilidad nuestro planeta, destacó.

Las pandemias no son eventos naturales: esta pandemia es tan antropogénica como el cambio climático y resalta el peligro que corremos como especie si perseveramos en modos de crecimiento económico no sostenible”, a decir del actual rector de la Universidad de Miami.

“Sin cooperación, no hay solución posible”

Con el tema “Los retos de un sistema global sustentable y la crisis del multilateralismo”, el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, fue el primero en tomar la palabra para explicar cuál ha sido la estrategia de México en la materia, siendo uno de los objetivos, el fortalecer las instancias y los espacios multilaterales, “no sólo la ONU, que es el principal espacio del multilateralismo, sino muchos otros foros y espacios que también tienen esa característica”.

“Y eso tiene dos motivaciones primordiales: sólo en un sistema de reglas comúnmente aceptadas podemos limitar el predominio del más fuerte, la unilateralidad de quien tiene más recursos económicos o militares y eso para México es esencial”, puntualizó.

“Es la forma de poder promover las causas que son sustantivas para todo el mundo, como puede ser la acción climática, la igualdad de género, la limitación o erradicación de las armas nucleares y, en general, la visión que tenemos sobre el mundo, los valores que nos animan necesariamente tienen que ser a través de instrumentos multilaterales”.

Bajo ese esquema, lo que se está impulsando es la participación en distintos foros para reducir la tensión entre las naciones más poderosas, cuando menos que puedan darse dentro de las formas del orden multilateral, señaló Ebrard Casaubon.

“Es muy difícil que podamos tener peso en el orden multilateral y ser eficaces para los objetivos que he descrito, limitar las tensiones, si no podemos tener una voz coordinada de América Latina y el Caribe: solos no tendríamos el peso suficiente para ser efectivos. Por eso hemos trabajado mucho el acercamiento con toda la región para desarrollar un organismo que funcione”, explicó el canciller.

En ese sentido, la redefinición entre las grandes potencias, Estados Unidos y China, sobre cómo va funcionar o a regular esa tensión resulta fundamental, a sabiendas de que se trata de una tensión que va a durar, “la gran incertidumbre es cómo se va a resolver, cómo se va a regular”.

“El problema de la pandemia ha traído una actualización imperativa de la cooperación”, enfatizó Marcelo Ebrard. “Sin la cooperación no hay ninguna solución posible; de hecho, no hay ninguna posición política viable que plantee la no cooperación en lo que hace a la COVID-19, llámese tratamientos o vacunas, sino más bien el imperativo de la cooperación como una solución posible de corto plazo”, señaló el titular de la SRE.

Por otro su parte, después de hacer un recorrido por los diferentes problemas que enfrenta América Latina, desde la teleducación, hasta la pérdida de los bosques, y las medidas que se han tomado en diferentes países para enfrentar los desafíos del medio ambiente, la secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, se refirió a los esfuerzos por incluir a los pueblos indígenas en los programas de recuperación del medioambiente.

Nosotros acabamos de presentar un documento sobre pueblos indígenas, donde urge garantizarles sus derechos territoriales, la protección de sus bosques, evitar la criminalización de los pueblos y asegurar que tengan condiciones de habitabilidad digna, porque ellos tienen un conocimiento que nos interesa mucho para la recuperación”, puntualizó.

Para Alicia Bárcena, otro de los desafíos es avanzar hacia un estado de bienestar, donde la sociedad digital inclusiva debe ser un centro de atención, porque se trata ya de un bien público necesario, ante lo cual se debe hacer una inversión del 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), para garantizar una canasta básica digital a toda la población”.

“Lo que estamos pidiendo a la comunidad internacional es que haya una excepción o una dispensa climática y de salud para que exima de cuestionamientos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), por determinadas tecnologías y medidas; pero también necesitamos pactos políticos y sociales para la igualdad: hay que recuperar a la política como instrumento de cambio y a la ciencia como base para las decisiones. Tiene que haber liderazgo y legitimidad política”, enfatizó Bárcena.

“No dejar a nadie atrás”

De acuerdo con el director de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos de la CEPAL, José Luis Samaniego, la agenda 2020 no debe considerarse como una agenda caprichosa, sino como una que tiene una economía política muy importante, a la que hay que darle su justo peso.

“Se trata de una revisión a fondo de la agenda normativa de Naciones Unidas que se produce durante la década de los 90, justo cuando cae el muro de Berlín: en ese contexto, la ONU hizo un gran esfuerzo por atender los residuos peligrosos, la pérdida de la biodiversidad, la atención al cambio climático y se construye esta agenda, al mismo tiempo que en la economía real se profundiza la globalización y la desregulación en los mercados financieros y productivos”.

Lo más importante de la agenda es que permite escoger las rutas que nos lleven a ese cambio estructural, compatible con las distintas dimensiones de la Agenda 2030: “si nosotros mantenemos el equilibrio con el sector externo, para los objetivos sociales crecemos demasiado poco y demasiado para los objetivos ambientales”.

“Por lo tanto, compatibilizar los objetivos nos obliga a seleccionar los sectores que van a soportar este crecimiento selectivo: unos van a tener que ir para arriba y otros para abajo. Ojalá la región produzca su propia base material. La agenda 2030 es un instrumento muy poderoso para orientar el desarrollo y nos da la oportunidad de seleccionar estrategias de desarrollo”, destacó Samaniego.

La última en tomar la palabra en esta primera sesión del 5o Encuentro Libertad por el Saber ¿Cuál desarrollo para un planeta sustentable? fue la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, de la SRE, Martha Delgado, quien aseveró que la crisis en la que está inmersa la humanidad va a tener efectos muy distintos en términos sanitarios, económicos y sociales, “va a afectar desproporcionadamente a las poblaciones vulnerables, acentuando las brechas de desigualdad que persisten”.

“El gobierno de México ha ido reforzando su compromiso con el multilateralismo. México es un país que tiene una tradición diplomática de fortalecer y hacer del multilateralismo una vía para fortalecer la cooperación internacional, que sea ágil, eficaz, oportuno y que hoy, más que nunca es una de las estrategias más importantes para hacer frente a los retos globales”.

De ahí la importancia de un programa como la Agenda 2030, aun cuando queden 10 años para consolidar su implementación. Se trata de un reto en el que México necesita incidir en las tendencias mundiales, aportando la perspectiva que tiene el gobierno de avanzar a partir de las causas del bienestar y del desarrollo.

“Para nuestro país, la erradicación de la pobreza y de las desigualdades están en el centro de las prioridades actuales y, en coherencia con ese mandato, se ha promovido una conducta transversal en todos los foros multilaterales en los que se exalta la necesidad de reducir estas brechas de desigualdad, ahora exacerbadas por la pandemia”, agregó la diplomática.

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