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Cambio climático, un tema central de política exterior

Cambio climático, un tema central de política exterior

El cambio climático es uno de los mayores desafíos globales, pero la Oficina Federal de Relaciones Exteriores alemana también lo ve como una oportunidad y un catalizador para la política exterior, al considerar que a través de la diplomacia climática, los países pueden apoyarse para enfrentar los impactos del cambio climático y la gestión de la transformación a una economía neutral.

Berlín.- Detener el cambio climático y los cambios ambientales relacionados y la pérdida de biodiversidad, así como implementar una transformación integral hacia una economía y sociedad neutra en dióxido de carbono (CO2), es uno de los principales desafíos que enfrenta la humanidad en el siglo XXI, advirtió la Oficina en un informe publicado acerca de lo que considera la diplomacia climática para el año 2020.

Afirmó que el cambio climático no solo es uno de los mayores desafíos mundiales, sino que brinda la oportunidad en el área de la política exterior de apoyar a otros países y organizaciones internacionales en el tratamiento del impacto del cambio climático y en la transformación hacia una economía climáticamente neutral, al inyectar ímpetu enel espectro de las relaciones bilaterales y multilaterales.

En otras palabras, “queremos utilizar el cambio climático como catalizador de la política exterior en un grado cada vez mayor”.

El Acuerdo de París, adoptado por la comunidad internacional en 2015 con el objetivo de limitar el aumento global de la temperatura muy por debajo de 2 grados Celsius y, si es posible, a 1.5 grados Celsius, constituye la base central de nuestra diplomacia climática, cuya tarea central es apoyar la implementación del Acuerdo de París a través de nuestra política exterior.

La diplomacia climática también es un componente esencial de una diplomacia para la sostenibilidad con miras a implementar la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), agregó el informe.

Consideró que el núcleo genuino de una política exterior es prevenir o al menos limitar los impactos del cambio climático siempre que sea posible y, sobre todo, identificar las crisis que ocurren como resultado de una etapa temprana y evitar conflictos violentos, por lo que el nexo del clima y la seguridad es una de las prioridades de Alemania en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 2019 y 2020.

Los impactos negativos del cambio climático crecerán exponencialmente y afectarán principalmente a los países más pobres y particularmente vulnerables, con consecuencias que van desde crisis de agua, hambruna y pérdida de tierras habitables hasta conflictos violentos por recursos cada vez más escasos, lo que resulta en desplazamiento y migración. “El cambio climático se convierte cada vez más en un foco de política exterior”.

El informe estableció que el cambio climático moverá las coordenadas clave de la política exterior en los próximos años y décadas, porque cada vez más países alcanzarán los límites de su capacidad económica y social a medida que luchan para lidiar con los impactos del cambio climático.

Advirtió que los cambios geopolíticos también incluyen el hecho de que los exportadores actuales de combustibles fósiles están amenazados con perder influencia económica y, por lo tanto, política, si no cambian de rumbo.

Podrían surgir nuevos centros de poder en países que se posicionen con éxito en los mercados de exportación del futuro, como la economía del hidrógeno, por lo que “es de interés para nuestra política exterior que ese cambio tenga lugar en un marco cooperativo y sin nuevas líneas de conflicto”, concluyó.

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