Logo Persis

La cuenca del río Colorado ha perdido 40 billones de litros de agua debido al cambio climático

La cuenca del río Colorado ha perdido 40 billones de litros de agua debido al cambio climático

"El hecho de que el calentamiento eliminara tanta agua de la cuenca como el tamaño del propio lago Mead durante la reciente megasequía es una llamada de atención sobre los impactos del cambio climático que estamos viviendo hoy".

rio_colorado.jpeg

Río Colorado
Vista del Río Colorado. Leslie Cross

Washington.- De 2000 a 2021, el cambio climático causó la pérdida de más de 40 billones de litros de agua en la cuenca del río Colorado - aproximadamente igual a toda la capacidad de almacenamiento del lago Mead - según un nuevo estudio que modeló el impacto de los seres humanos en la hidrología de la región.

Sin el cambio climático, lo más probable es que la sequía en la cuenca no hubiera reducido los niveles de los embalses en 2021 hasta el punto de requerir cortes de suministro en virtud de la primera escasez de agua declarada a nivel federal, según el estudio, publicado en la revista AGU Water Resources Research, que publica investigaciones originales sobre el movimiento y la gestión del agua de la Tierra.

"Aunque sabíamos que el calentamiento estaba afectando a la disponibilidad de agua en la cuenca del Colorado, nos sorprendió comprobar lo sensible que es la cuenca al calentamiento en comparación con otras cuencas importantes del oeste de Estados Unidos, y lo elevada que es esta sensibilidad en el área relativamente pequeña de las regiones cruciales de la cuenca donde se acumula la nieve", dijo Benjamin Bass, modelador hidrológico de la Universidad de California-Los Ángeles y autor principal del estudio.

El hecho de que el calentamiento eliminara tanta agua de la cuenca como el tamaño del propio lago Mead durante la reciente megasequía es una llamada de atención sobre los impactos del cambio climático que estamos viviendo hoy", agregó.

La cuenca del Colorado, que es la zona drenada por el río Colorado y sus afluentes, abarca unos 647,500 kilómetros cuadrados en siete estados del oeste de EU y abastece de agua a unos 40 millones de personas, además de sustentar la agricultura y los ecosistemas naturales. La sequía regional que comenzó en torno al año 2000 es el periodo más seco en 1,200 años y ha reducido el caudal de los ríos y los embalses, aumentando la preocupación por la escasez de agua a medida que el clima sigue cambiando.

Los análisis anteriores de la evolución de los recursos hídricos en esta región se han centrado únicamente en los efectos de los procesos climáticos, sin tener en cuenta el impacto de las complejas respuestas de las plantas al aumento del dióxido de carbono atmosférico.

El nuevo estudio mejora los modelos hidrológicos anteriores de esta región al incluir los cambios en la escorrentía como consecuencia de los cambios en la vegetación provocados por el dióxido de carbono. Es el primero en calcular cuánto cambia la escorrentía por grado de calentamiento basándose en el calentamiento histórico en las regiones con manto de nieve de la cuenca del Colorado en comparación con las regiones sin manto de nieve, cuantificando cómo el cambio climático antropogénico ha secado las regiones con manto de nieve tradicional y ha reducido rápidamente la escorrentía que alimenta el río Colorado.

Para ver cómo cambió la hidrología de la cuenca entre 1880 y 2021, los investigadores utilizaron un modelo de superficie terrestre capaz de analizar el agua, los cambios en la vegetación y la respuesta de ésta al aumento del dióxido de carbono atmosférico. Utilizaron conjuntos de datos estándar para representar las condiciones atmosféricas, aforos de caudales y otros registros para captar la hidrología regional, y datos terrestres y de satélite para documentar los cambios reales en la vegetación.

Al incluir todos estos tipos de datos, "teníamos a todos los actores principales en cuanto a la sensibilidad de la escorrentía al cambio climático", según Bass.

Los análisis de los modelos mostraron que, de 1880 a 2021, la temperatura en la cuenca del río Colorado se calentó alrededor de 1.5 grados Celsius como consecuencia del cambio climático antropogénico. Este calentamiento ha provocado una reducción del 10.3% de la escorrentía en las condiciones actuales.

Según los autores, si no se tuvieran en cuenta los efectos de las plantas, la pérdida de agua actual se acercaría al 13%, lo que pone de manifiesto la importancia de incluir los procesos de vegetación en la modelización del agua.

Esa disminución del 10.3% en la escorrentía culminó durante la sequía histórica de 2000 a 2021, cuando el volumen acumulado de agua de escorrentía perdida fue aproximadamente igual a la capacidad total del lago Mead, el mayor embalse del río Colorado.

Los investigadores también descubrieron que las partes de la cuenca que suelen estar cubiertas de nieve en invierno pierden ahora agua aproximadamente el doble de rápido que las regiones típicamente sin nieve. La transición es motivo de preocupación inmediata para los gestores del agua, ya que el manto de nieve contribuye enormemente al suministro de agua de la cuenca: Sólo un tercio de la cuenca se cubre de nieve cada año, pero esas regiones nevadas son la fuente de cerca de dos tercios de la escorrentía total de la cuenca.

Según Bass, la rápida pérdida de agua en las regiones nevadas es señal de que el oeste de las Montañas Rocosas está pasando a un clima más árido en lugar de sufrir simplemente sequías periódicas.

Bass señaló que el Colorado River Compact de 1922, que rige el uso del agua del río por parte de los siete estados del oeste de EU por los que discurre el Colorado, se redactó partiendo del supuesto de que el clima regional era estable.

Cuando los representantes de estos estados firmaron el contrato, "esperaban que la cuenca suministrara una media anual de 15 millones de acres-pies de agua", dijo Bass. "Si estuvieran perfilando el pacto ahora, tendrían que ajustar ese valor debido al impacto del calentamiento. En el futuro, puede que haya cierta variabilidad natural, oscilaciones húmedas o secas, pero este estudio pone de relieve que ha habido una tendencia a la baja en la escorrentía. A largo plazo, es probable que continúe si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero".

Temas relacionados: Agua Impacto ambiental
Cargando...
Load next