Jalisco.- Tras haber circulado en redes sociales un video y fotografías en las que se presume de un supuesto hecho de cambio de uso de suelo con la siembra de agave en una zona incendiada del Cerro de la Concha (conocido también como Cerro de la Difunta), terreno colindante con el Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) Bosque La Primavera, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), en compañía de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa), la Fiscalía de Jalisco, el Organismo Público Descentralizado (OPD) Bosque La Primavera y el Ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga a través de sus áreas de Fiscalía Ambiental y Protección Civil y Bomberos, llevaron a cabo una visita de supervisión.
Dicha visita se llevó a cabo con el fin de recabar información y evidencia que permita presentar una denuncia ante la autoridad competente, en este caso, al Gobierno Federal, quien a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), tiene la atribución de regular el uso de los recursos forestales y promover el aprovechamiento sustentable de los ecosistemas forestales del país.
El artículo 97 de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS), establece que “no se podrá otorgar autorización de cambio de uso del suelo en terreno incendiado sin que hayan pasado 20 años y que se acredite a la Secretaría que la vegetación forestal afectada se ha regenerado, mediante los mecanismos que, para tal efecto, se establezcan en el Reglamento de esta Ley”.
Con base en esto, el Gobierno de Jalisco, a través de la Semadet, tras la temporada de estiaje realiza un análisis y genera dictámenes técnicos sobre los polígonos forestales incendiados y que presentan un grado de vulnerabilidad ante cambios de uso de suelo.
Finalmente, la actual administración de Jalisco, informó que refrenda su compromiso por la implementación de un protocolo que con base al sistema de trazabilidad del tequila, asegura al consumidor, la cero deforestación, mitigando el impacto del establecimiento de plantaciones de agave en zonas asociadas a procesos de cambio de uso de suelo, contribuyendo así a mejorar su huella ambiental, esto en el marco de la reciente presentación de la certificación Agave Responsable Ambiental (ARA).