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¿Cómo ha sido gestión de calidad del aire 
en la ZMVM en los últimos 30 años?

¿Cómo ha sido gestión de calidad del aire 
en la ZMVM en los últimos 30 años?

Durante un foro virtual “30 años de gestión de calidad del aire 
en la Zona Metropolitana del Valle de México” especialistas indicaron que se trabaja en la elaboración del PROAIRE Valle de México 2021-2030, en nuevas Normas Oficiales Mexicanas, y en la actualización de otras para reducir precursores de ozono y de partículas PM10 y PM2.5.

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CDMX
Vista de la Ciudad de México. Pedro Vit/Unsplash

México.- Para evaluar los avances y logros de las acciones y programas de los últimos 30 años para gestionar una mejor calidad del aire en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came), conjuntamente con la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) y la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de México (Smagem) realizaron un encuentro virtual, en el que participaron autoridades ambientales federales y estatales, así como especialistas que han colaborado en su desarrollo e implementación en las distintas etapas de los Proaires.

Al inaugurar el Encuentro Virtual a "30 años de gestión de calidad del aire en la Zona Metropolitana del Valle de México", el Víctor Hugo Páramo, Coordinador Ejecutivo de la Came, dio la bienvenida a los funcionarios de las distintas instituciones y a los más de 250 asistentes a través de las redes sociales y dijo que el motivo de esta celebración es compartir las experiencias de acciones de alto impacto implementadas para mejorar la calidad del aire del Valle de México a lo largo del tiempo y lecciones aprendidas que servirán como insumo para la elaboración del nuevo Proaire de la ZMVM 2021-2030.

El titular de la Unidad Coordinadora de Participación Social y Transparencia de la Semarnat, Daniel Quezada Daniel, quien participó en representación de la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores González, resaltó la voluntad política y la coordinación que a lo largo de más de 30 años han tenido los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México con la autoridad federal, mediante acciones que han logrado avances significativos para mejorar la calidad de aire.

El funcionario explicó que en la actualidad la Semarnat trabaja en los Proaires sectoriales, enfocados a reducir emisiones en sectores como el de electricidad, principalmente.

Destacó que la participación de la sociedad civil ha sido fundamental en este esfuerzo, y se ha mantenido a lo largo de los años con un alto grado de conocimiento y compromiso ambiental, lo que propicia una efectiva defensa de los intereses de toda la población y de la solución a este gran reto ambiental y de salud. “El balance retrospectivo que se realizará en este foro, mostrará los resultados obtenidos mediante la suma de esfuerzos para asumir los retos del sector”, indicó Daniel Quezada.

En la inauguración participaron también el Sergio Zirath Hernández, Director General de Calidad del Aire en representación de Marina Robles, Secretaria de Medio Ambiente de la Ciudad de México y el Jorge Rescala, Secretario de Medio Ambiente del Gobierno del Estado de México.

Sergio Zirath habló sobre las principales acciones realizadas por la Ciudad de México a lo largo de tres décadas, destacando que la coordinación interinstitucional en la implementación de acciones ha sido fundamental para el cumplimiento de las metas a lo largo del tiempo.

Dijo que en una evaluación que realizó la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) junto con la Escuela de Salud Pública de Harvard, a la mejora de calidad del aire en la ZMVM en el periodo 1990 a 2015, encontraron que la esperanza de vida se incrementó en 3.2 años y se evitaron 22 mil muertes prematuras.

Mencionó que la reducción en la concentración de contaminantes del aire alcanzada en la ZMVM de 1988 a 2019 que fue de 95% de dióxido de azufre, 89% de monóxido de carbono, 37% de dióxido de nitrógeno, 43% de ozono, 60% de partículas sólidas totales y 75% de partículas menores a 10 micrómetros PM10.

En su participación Jorge Rescala señaló que el legado que dejó Mario Molina en favor de la protección al ambiente permanecerá anclado históricamente a nuestro país y al mundo en general, porque su descubrimiento provocó que las naciones concretaran acuerdos en materia de mitigación del calentamiento global.

Los Proaires han sido la herramienta de planeación participativa y de gestión de la calidad del aire en México, los cuales han ido evolucionando y mejorando la implementación

Rescala mencionó que en este año el Estado de México concretó una inversión de 60 MDP para adquirir 11 nuevas estaciones de monitoreo de la calidad del aire y con ello alcanzar un total de 36 en el territorio mexiquense y refrendó la entera voluntad del Gobierno del Estado de México de seguir trabajando en la gestión de la calidad del aire de forma coordinada para el bienestar y salud de más de 22 millones de habitantes.

En el encuentro se recordó que en 1992, la Ciudad de México registró el valor más alto de concentración de ozono con 502 ppb (398 puntos IMECA) lo que originó el surgimiento del movimiento de la sociedad civil, la cual presionó a los gobiernos a tomar acciones contra el enorme problema de contaminación del aire, y que dio pie a la creación por decreto presidencial de la Comisión para la Prevención de la Contaminación Ambiental para la ZMVM y del Fideicomiso Ambiental 1490 para financiar proyectos de protección ambiental en el Valle de México.

Fue a partir del Segundo Programa para Mejorar la Calidad del Aire en el Valle de México 1995-2000, cuando otras ciudades adoptaron el enfoque de gestión de la calidad del aire de la ZMVM seguido de Guadalajara, Monterrey y Toluca.

Tiempo después: Ciudad Juárez, Tijuana, la Comarca Lagunera y las entidades que hoy conforman la Megalópolis. De esta forma, los Proaires han sido la herramienta de planeación participativa y de gestión de la calidad del aire en México, los cuales han ido evolucionando y mejorando la implementación y seguimiento de los mismos, de tal forma que a la fecha todas las entidades de nuestro país cuentan con su Proaire para reducir las emisiones contaminantes generadas por las distintas fuentes identificadas para cada ciudad o región.

A 30 años de que se inició el primer programa formal de gestión de la calidad del aire de la Zona Metropolitana del Valle de México, al analizar el “Mosaico de Ozono” que publica el Sistema de Monitoreo Atmosférico del Valle de México (SIMAT), podemos valorar los resultados logrados a partir del esfuerzo de la sociedad en su conjunto.

A pesar del crecimiento permanente de la población, del consumo de energéticos, del número de vehículos automotores en circulación, de las actividades económicas en general, los días en que se alcanzaban valores de calidad del aire extremadamente elevados han quedado atrás, sin embargo, la lucha contra la contaminación atmosférica no ha terminado y se siguen redoblando esfuerzos del gobierno y la sociedad en su conjunto, para proteger la salud de la población que habita en el Valle de México.

Durante el encuentro virtual, participaron varios de los responsables del desarrollo e implementación en sus distintas etapas de los Proaires.

Rogelio González García, consultor ambiental, habló sobre las acciones de control previas a los programas Proaires y señaló los primeros esfuerzos para mejorar la calidad del aire en la ZMVM hace casi 50 años, cuando en 1971 se llevaron a cabo las primeras acciones para sustituir el uso de combustóleo por gas natural y abatir la contaminación industrial.

Recordó también que la actual red de monitoreo está sembrada sobre la primera que contaba en ese entonces con 20 estaciones que median monóxido de carbono (CO) y azufre.

Rodolfo Lacy Tamayo, responsable de la Dirección de Medio Ambiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pieza fundamental en la elaboración del Programa Integral para el Control de la contaminación Ambiental PICCA en 1990, relató los desafíos y avances del programa que sentó las bases para los posteriores Programas de Monitoreo y de Gestión de la Calidad del Aire.

Señaló también que en los años 80, la mala calidad del aire era una de las principales preocupaciones de los habitantes del Valle de México. A partir de ello, el Gobierno Federal inició acciones de largo plazo para reducir las emisiones industriales. Años después se cerró en el DF la refinería 18 de Marzo de PEMEX, el rastro de Ferrería y las ladrilleras de Tlatelolco.

En el aire del Valle de México existía un coctel de contaminantes que tenían que abordarse tomando en cuenta su complejidad

Sergio Sánchez Martínez, de Environmental Defense Fund abordó lo hecho durante el ProAire 1995-2000, señaló que en el aire del Valle de México existía un coctel de contaminantes que tenían que abordarse tomando en cuenta su complejidad y que gracias a la participación de los tres niveles de gobierno, el sector industrial y la sociedad civil, a lo largo de un proceso de más de 30 años, se han logrado avances en la forma en que nos transportamos y producimos.

Sin embargo, reconoció que se requieren nuevas formas de gobernanza y sostenibilidad financiera para seguir avanzando.

César Reyna de la Madrid habló sobre el ProAire 2001-2010, el cual fue el primer programa a 10 años con una visión y objetivos a mediano plazo que permitió que las administraciones del DF y el EdoMex se coordinaran a través de la entonces Comisión Ambiental Metropolitana, lo que facilitó la continuidad de las 7 estrategias y 89 medidas formuladas para el programa. La regulación ambiental y las normas adoptadas fueron más estrictas, se reforzaron y modernizaron los programas de verificación vehicular Obligatoria y el Hoy No Circula.

Por su parte la Ana María Contreras Vigil, como responsable durante 10 años de la Dirección General de Gestión de Calidad del Aire y RETC de la Semarnat, señaló que para la elaboración del ProAire 2011-2020, transitaron a un enfoque ecosistémico. Analizaron las necesidades del país para medir otras fuentes de contaminación en diversos subsectores y se incluyeron los vínculos con otros problemas ambientales.

Finalmente, para hablar sobre los aspectos fundamentales que deberá contener el próximo ProAire se realizó la Mesa Redonda "ProAire 2021–2030: Perspectivas a futuro moderada", coordinada por Víctor Hugo Páramo.

Martha Delgado Peralta, Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, resaltó que gracias a todas las experiencias anteriores de los programas elaborados con base en información científica y a la continuidad de las acciones iniciadas hace más de 30 años, la Zona Metropolitana del Valle de México ya no es la más contaminada del mundo, ni tampoco del país.

La Subsecretaria Delgado enfatizo la importancia de calidad del aire con perspectiva de salud pública, la importancia de la participación ciudadana y la movilidad sostenible.

Luisa T. Molina, Presidenta del “Molina Center for Energy and the Environment” (MCE2), impulsora de diversos estudios científicos que en buena medida han dado soporte a Proaires, se dijo muy satisfecha de lo logrado por México, por lo que hoy es un modelo a seguir, además de sentirse orgullosa de haber sido parte de los programas para mejorar la calidad del aire en la ZMVM, junto con el Dr. Mario Molina, en los cuales la ciencia ha sido la base de la gestión de la calidad del aire.

Adrián Fernández, reconoció que pese a los grandes avances de las últimas décadas, aún estamos muy lejos de tener calidad de aire suficientemente buena. Aunque se han prevenido miles de enfermedades y muertes prematuras, aún hay mucho por hacer en las grandes ciudades para reducir la contaminación.

Para continuar avanzando recomendó mantener un elevado compromiso político que garantice la existencia de las instituciones, así como la planeación e implementación de las políticas ambientales, continuar reduciendo las emisiones de los vehículos nuevos y por supuesto, asegurar los recursos financieros necesarios.

Telma Castro Romero, Directora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM hizo recomendaciones para el futuro, como ampliar las acciones de gestión de calidad del aire a otras zonas urbanas de la Megalópolis, fortalecer la movilidad sostenible y reducir la quema de biomasa, entre otras.

Pese a lo alcanzado, los expertos participantes coinciden que aún no tenemos una buena calidad del aire.

En el caso del ozono, más del 50% de los días del año se rebasa la norma correspondiente. Por ello, las autoridades ambientales federales y de los gobiernos de la Ciudad de México, el Estado de México e Hidalgo, que forman parte de la CAMe, trabajan en la elaboración del próximo Proaire del Valle de México 2021-2030, en las nuevas Normas Oficiales Mexicanas, así como en la actualización de otras que serán fundamentales para reducir los precursores de ozono y las partículas finas PM10 y PM2.5, contaminantes que representan el principal desafío a vencer en materia de calidad del aire.

Hace tres décadas, la Ciudad de México inició un gran esfuerzo para revertir el deterioro de la calidad del aire, al que se sumó el Estado de México, sus municipios conurbados y el gobierno federal con acciones de gran impacto que han conseguido a lo largo de 30 años

Por su parte, el Coordinador Ejecutivo de la Came en sus conclusiones, destacó que “hace tres décadas, la Ciudad de México inició un gran esfuerzo para revertir el deterioro de la calidad del aire, al que se sumó el Estado de México, sus municipios conurbados y el gobierno federal con acciones de gran impacto que han conseguido a lo largo de 30 años, avances significativos y cuantificables, lo que demuestra la disposición de autoridades y ciudadanos de participar en políticas públicas que han coadyuvado a mejorar la calidad del aire para proteger la salud, y garantizar el desarrollo sustentable beneficio de todos los habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México”.

El recuento histórico sobre las principales acciones y programas realizados para mejorar la gestión de la calidad del aire, así como sus resultados, permitió contar con un balance retrospectivo, para reforzar la perspectiva para los años que vienen, considerando también las lecciones aprendidas de la nueva normalidad que ha surgido por la pandemia.

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