Abiyán, Costa de Marfil.- Los Jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la conferencia mundial de las Naciones Unidas sobre la tierra han hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que adopte medidas urgentes con el fin de frenar la pérdida de vidas y medios de subsistencia que están sufriendo las comunidades de todo el mundo debido a los crecientes y devastadores efectos de la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía.
En su intervención en la Cumbre de Jefes de Estado convocada antes de la apertura de la 15ª sesión de la Conferencia de las Partes (COP15) de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), Alassane Ouattara, Presidente de Costa de Marfil, declaró:
"Nuestra Cumbre debe ser una cumbre de la esperanza, de la movilización colectiva de los Estados y de los socios del desarrollo, a favor de las iniciativas de restauración de tierras y bosques de nuestros países. Debemos utilizar todos los recursos de nuestras Convenciones para satisfacer las necesidades alimentarias cada vez mayores y hacer frente al estrés hídrico cada vez mayor de una población mundial en constante crecimiento".
Amina Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, dijo:
"A medida que nos acercamos al ecuador de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, estos siguen siendo nuestra mejor esperanza para construir un futuro sostenible e inclusivo. El suelo bajo nuestros pies es la base perfecta sobre la que construir ese futuro."
Abdulla Shahid, Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, dijo:
"La tierra productiva es fundamental para la seguridad alimentaria mundial y la salud de los ecosistemas, así como para el mantenimiento de medios de vida estables. Es una condición previa para el éxito de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible; para el progreso de las Convenciones de Río sobre la biodiversidad y el cambio climático; y para hacer frente a la contaminación en la tierra y en el mar."
Ibrahim Thiaw, Secretario Ejecutivo de la CNULD, dijo:
"Ahora es el momento de actuar. No hay futuro para nuestros hijos ni para el planeta si continuamos con el "business as usual" en lo que respecta a la gestión de nuestra tierra. La COP15 es nuestro momento en la historia, como comunidad internacional, para poner a las personas y al planeta en un nuevo rumbo; en el camino de la vida, de la recuperación COVID-19 y de la prosperidad. Las decisiones que los países tomen en la COP15 deben ser transformadoras, no incrementales, para lograr la restauración de la tierra y la resistencia a la sequía que el mundo anhela".
La Cumbre concluyó con la adopción del Llamamiento de Abiyán, que insta a dar la máxima prioridad a la cuestión de la sequía y refuerza el compromiso de lograr la neutralidad de la degradación de la tierra para 2030.
El llamamiento de los líderes a la acción se produce en respuesta a la dura advertencia de la CNULD de que hasta el 40% de toda la tierra libre de hielo está ya degradada, con consecuencias nefastas para el clima, la biodiversidad y los medios de subsistencia.
Si todo sigue igual, en 2050 se habrán degradado 16 millones de kilómetros cuadrados (casi el tamaño de Sudamérica) y se habrán emitido 69 gigatoneladas de carbono a la atmósfera.
Pero la restauración de la tierra ayudaría a reducir los 700 millones de personas que se calcula que corren el riesgo de ser desplazadas por la sequía en 2030.
Durante la Cumbre, el Presidente Ouattara también anunció el ambicioso Programa del Legado de Abiyán para impulsar la sostenibilidad medioambiental a largo plazo en las principales cadenas de valor de Costa de Marfil, al tiempo que se protegen y restauran los bosques y las tierras y se mejora la resiliencia de las comunidades al cambio climático, lo que requerirá la movilización de 1.500 millones de dólares en los próximos cinco años. Entre las primeras promesas realizadas durante la Cumbre para alcanzar este objetivo figuran las del Banco Africano de Desarrollo, la Unión Europea, la Iniciativa de Crecimiento Verde y el Grupo del Banco Mundial.
En la agenda de la COP15 destacan la recuperación de mil millones de hectáreas de tierras degradadas de aquí a 2030 y la protección de las personas, sus hogares y sus tierras contra los impactos de los riesgos de catástrofe relacionados con el cambio climático, como las sequías y las tormentas de arena y polvo.
También se espera que la COP15 acuerde medidas políticas para crear un entorno propicio para la recuperación de la tierra mediante el fortalecimiento de los derechos de tenencia, la igualdad de género, la planificación del uso de la tierra y la participación de los jóvenes para atraer la inversión del sector privado hacia la conservación, la agricultura y los usos y prácticas de la tierra para mejorar su salud.
Durante el Caucus de Género convocado en paralelo a la Cumbre de Jefes de Estado, la Primera Dama de Costa de Marfil, Dominique Ouattara, y la Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, Amina Mohammed, presentaron un nuevo estudio sobre los impactos diferenciados de la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía en hombres y mujeres. El estudio pone de relieve los efectos desproporcionados que sufren las mujeres y las niñas cuando se degrada la tierra y cómo, si se les da la posibilidad, pueden estar al frente de los esfuerzos mundiales de recuperación de la tierra.
Dominique Ouattara, Primera Dama de Costa de Marfil, dijo:
"Las mujeres son la columna vertebral de la economía rural, especialmente en los países en desarrollo. Representan casi la mitad de los agricultores del mundo. Debemos ganar juntos a toda costa en nuestro intento de empoderar a las mujeres agricultoras a través de diversas medidas, como la seguridad en la tenencia de la tierra y el acceso a la financiación rural."
Amina Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, añadió:
Las mujeres y las niñas son fundamentales para construir una economía de restauración de la tierra. Pero siguen siendo marginadas y pagando el precio más alto en lo que respecta a la pérdida de tierras, el cambio climático, el COVID y los conflictos".
En la COP15 de la CNULD, que se celebra del 9 al 20 de mayo en Abiyán, se esperan más de 2 mil participantes, entre ellos una docena de Jefes de Estado y de Gobierno, unos 50 ministros y delegados de alto nivel.
La COP15 de la CNULD se celebra bajo el lema "Tierra. Vida. Legado: De la escasez a la prosperidad", un llamamiento a la acción para garantizar que la tierra, que es el sustento de este planeta, también beneficie a las generaciones presentes y futuras.
La COP15 de la CNULD es la primera de las tres reuniones de la Convención de Río que se celebrarán en 2022, ya que la COP15 de Biodiversidad y la COP27 de Cambio Climático se celebrarán posteriormente en Kunming (China) y Sharm El-Sheikh (Egipto), respectivamente.
El segmento de alto nivel continúa el 10 de mayo. La COP15 de la CNULD se inaugura formalmente el 11 de mayo y se espera que adopte una serie de decisiones sobre estas cuestiones para cuando se cierre el 20 de mayo.
La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) es la visión y la voz mundial de la tierra. Unimos a los gobiernos, los científicos, los responsables políticos, el sector privado y las comunidades en torno a una visión compartida y una acción global para restaurar y gestionar la tierra del mundo para la sostenibilidad de la humanidad y del planeta. Mucho más que un tratado internacional firmado por 197 partes, la CNULD es un compromiso multilateral para mitigar los impactos actuales de la degradación de la tierra y avanzar en la gestión de la tierra del mañana con el fin de proporcionar alimentos, agua, refugio y oportunidades económicas a todas las personas de una manera equitativa e inclusiva.